Hay un funcionario del Gobierno que celebró el escándalo de la criptomoneda Libra. Su nombre es Fernando Brom y es el nuevo subsecretario de Ambiente, que fue oficializado por el Gobierno el miércoles 19 de febrero en el Boletín Oficial. Su llegada estuvo rodeada de una polémica que haría tambalear a cualquier candidato que aspire a asumir un rol en la administración de Milei, pero el escándalo que se desató a partir de la criptomoneda Libra lo salvó de la guillotina.
La secuencia fue la siguiente: el jueves 13, Ana Lamas renunció como subsecretaria de Ambiente en medio de la crisis por los incendios en la Patagonia. De inmediato, desde la Casa Rosada se anunció que Brom podría reemplazarla y él, ante las primeras consultas periodísticas, dijo que el Gobierno tuvo fallas en la prevención de los incendios. Esto le valió un tirón de oreja del vocero presidencial Manuel Adorni en su conferencia de prensa matutina diaria.
“Nosotros no confirmamos ese nombramiento porque no está en el Boletín Oficial. Pero, claramente, cuando Brom efectivamente se adentre, tome conocimiento de cómo fuimos manejando todo el tema, la gran cantidad de ayuda y todo el soporte que hemos dado seguramente tendrá una opinión más atinada de qué es lo que vino pasando con respecto a eso”, dijo Adorni.
Desde ese momento se comenzó a especular que Brom podría quedar afuera antes de asumir, porque el gobierno de Milei suele tener tolerancia cero con aquellos funcionarios que lanzan críticas sobre la gestión. Pero al caer la tarde, Milei sorprendió al mundo con su tuit promocionando la criptomoneda Libra que terminó provocando la pérdida de miles de millones de dólares a los inversores del mundo cripto, convirtiéndose en un escándalo de escala global y obligando al Gobierno a poner todos sus esfuerzos en desactivar esta crisis.
Y así fue como pasaron los días y Brom, habiendo cometido un error imperdonable para el Gobierno, tuvo la suerte de que un problema mayor ocupó la atención de sus potenciales verdugos y terminó asumiendo. Ahora habrá que ver si cambió su opinión sobre cómo trabajó el Gobierno con los incendios del Sur. Lo positivo es que aprendió rápido como debe manejarse con sus nuevos jefes.