El clima de inestabilidad política y económica que atraviesa el gobierno de Javier Milei vuelve a acercarle a la gestión que encabeza Donald Trump en Estados Unidos la posibilidad de actualizar la agenda de intereses geopolíticos norteamericanos en el extremo sur del continente. Al pedido de oxígeno financiero que viene llevando a cabo La Libertad Avanza (LLA) le siguió una respuesta por parte de actores «peso pesado» del gobierno de la potencia del Norte que, entre otros aspectos, dijeron comprometerse en aportar la ayuda que «sea necesaria» con tal de apuntalar a la administración libertaria. Claro que esa inusual pero contundente muestra de apoyo está sujeta a la posibilidad de que Estados Unidos concrete una serie de objetivos preestablecidos en su hoja de ruta pautada para la Argentina. El primero de ellos: acentuar la presión para que China deje de ejercer una influencia clave en la economía de la Argentina. El segundo: posicionar a empresas y dependencias militares de ese país en puntos estratégicos del mapa nacional.
Uno y otro presentan aspectos que se interrelacionan. Estados Unidos entiende que mientras Argentina siga atada al swap chino, necesariamente habrá facilidades para que las compañías de ese país sigan ampliando su posicionamiento en el mapa productivo local.
Y ganando posiciones sobre activos económicos que también son apetecidos por los norteamericanos. «(Trump) quiere que cambie la manera de swap chino. Que Argentina no dependa de China y que tenga swap con Estados Unidos«, declaró en las últimas horas el economista Lionel Fernández.
«Hay que ver cómo es el tema de este acuerdo, qué pasa, qué nos piden, la letra chica. Tenemos acá escondido esto contablemente con las LECAP que son capitalizables y no está en lo que es el déficit cuasi fiscal», agregó.
Estos dichos ocurren luego de que, de forma sorpresiva, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, se comprometiera a entregarle a Milei la ayuda económica que éste necesite con tal de que LLA continúe al frente del gobierno nacional.
«Todas las opciones están sobre la mesa» para estabilizar la economía Argentina, escribió el jefe de las finanzas de la mayor economía del mundo, en su espacio en la red social X.
«Argentina es un aliado sistémicamente importante de Estados Unidos en América Latina, y el Tesoro de Estados Unidos está dispuesto a hacer lo que sea necesario dentro de su mandato para apoyar a Argentina», afirmó.
Hablándoles directamente a los inversores, Bessent dijo que las opciones de apoyo pueden incluir compras de deuda pública denominada en dólares, compras directas de divisas, o una «línea de swap». Esto es, un acuerdo para intercambiar monedas con el objetivo de inyectar dólares en la economía argentina.
A la par de ese movimiento, Estados Unidos apunta a acentuar su presencia estratégica en aquellos nichos que considera clave para su aparato industrial y militar. Se trata de espacios que también son considerados determinantes por el gobierno chino, y que en años recientes han sido base de sucesivas inversiones orientales.
Los minerales estratégicos, un obsesión estadounidense
El «componente minero» se ubica a la cabeza de los intereses de Trump respecto de la Argentina. En diciembre del año pasado, la OTAN, la alianza precisamente militar que lidera Estados Unidos, publicó un listado indicando cuáles son las «materias primas esenciales» para su producción de armamentos actual y a futuro. En esa nómina incluyó minerales presentes en el subsuelo argentino como el aluminio, el cobalto, el litio, las «tierras raras» y el grafito, entre otros elementos.
«El aluminio, por ejemplo, es fundamental para producir aviones militares y misiles ligeros pero robustos, mejorando su agilidad y rendimiento. El grafito es crucial para la producción de carros de combate y corbetas debido a su alta resistencia y estabilidad térmica. En los submarinos, el grafito se utiliza en la construcción de cascos y otros componentes estructurales, lo que reduce significativamente las firmas acústicas y mejora las capacidades de sigilo. El cobalto es otro material crítico, esencial para producir ‘superaleaciones’ utilizadas en motores a reacción, misiles y submarinos, que pueden soportar temperaturas y tensiones extremas», indicó la OTAN en un documento al que accedió iProfesional.
«La disponibilidad y el suministro seguro de estos materiales son vitales para mantener la ventaja tecnológica y la preparación operativa de la OTAN. Las interrupciones en su suministro podrían afectar a la producción de equipos de defensa esenciales. Identificar estos materiales clave es el primer paso de la OTAN hacia la creación de cadenas de suministro más sólidas y mejor protegidas, cruciales para la defensa y la seguridad de los Aliados», añadió.
En el documento se indicó que la mención de estos materiales «forma parte de una hoja de ruta, aprobada por los ministros de defensa de la OTAN en junio de 2024, para proteger las cadenas de suministro de los Aliados de las interrupciones que podrían afectar a la disuasión y la defensa».
En sintonía con esta visión, Trump apunta a reposicionar a las empresas estadounidenses en aquellos países que poseen los minerales mencionados, y no es secreto que la Argentina asoma en el pelotón de cabecera.
Puntualmente, en el litio Estados Unidos ya juega fuerte en el país: según datos recientes de la Dirección Nacional de Promoción y Economía Minera, el país del Norte se lleva el 12% del material que se extrae a nivel local. Con un porcentaje del 71, China domina ese nicho y eso es algo que Estados Unidos quiere cortar de raíz.
«Por parte del litio, al igual que en los minerales metalíferos, las exportaciones se ven concentradas en un número reducido de destinos. China, Estados Unidos, Corea del Sur y Alemania representaron el 94% de las exportaciones de litio en el mes de agosto, mientras que en el acumulado de los primeros 8 meses de 2025 el porcentaje fue del 93%», detalla la dependencia oficial.
A Estados Unidos -al igual que a China- también le interesa el cobre y el uranio presentes en el subsuelo argentino, y de ahí que LLA comenzó a buscar la forma de activar la minería de materiales radiactivos pese a que en provincias como Chubut ese tipo de explotaciones se encuentra prohibida por ley.
Trump quiere que se desinstale la base china en Neuquén
Ya en términos de geopolítica de corte militar, la potencia norteamericana podría incluir en la negociación con la gestión que encabeza Milei un pedido para que China desinstale su base de seguimiento espacial ubicada en Bajada del Agrio, en la provincia de Neuquén.
Esa solicitud ya fue acercada a la Argentina a través del almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de Estados Unidos, quien este año concretó dos reuniones con autoridades del Ministerio de Defensa y el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas nacionales.
En ese marco, expuso iProfesional, Holsey cargó directamente contra la presencia china en la Patagonia y volvió a solicitar la reactivación de un radar de alta potencia que, instalado en Tierra del Fuego, se presume opera bajo control de capitales británicos.
Esa demanda se ubica entre los pedidos que la gestión que encabeza Donald Trump ha realizado con insistencia en el último tiempo. En su visita más reciente, Holsey tomó parte de la Conferencia Sudamericana de Defensa (SOUTHDEC), que en los últimos días de agosto reunió a autoridades militares de todo el continente y representantes de organismos europeos.
En ese contexto, el militar declaró: «Estamos viendo una incursión metódica del Partido Comunista Chino en la región. Buscan exportar su modelo autoritario, extraer recursos valiosos y establecer infraestructura que podría tener un uso dual, desde puertos hasta instalaciones espaciales».
«Esa presencia tiene consecuencias estratégicas, especialmente en el Cono Sur, donde puntos clave como el Estrecho de Magallanes y el Paso Drake podrían ser utilizados para proyectar poder, interrumpir el comercio o desafiar la soberanía regional», añadió.
Por su parte, el subsecretario de Defensa de Estados Unidos, Roosevelt Ditlevson, dijo en el mismo espacio que la potencia no busca «una guerra con China, pero estamos decididos a disuadir sus amenazas en esta región«.
Estados Unidos y el interés por instalar una base en Ushuaia
A la par de esta situación, y tal como publicó iProfesional en mayo pasado, Estados Unidos también mantiene la intención de promover la eventual instalación en Tierra del Fuego de una base de submarinos nucleares al servicio de la armada de ese país. La iniciativa, expuesta a funcionarios de la Casa Rosada por el mismo Holsey en su primera visita de este año, rápidamente cosechó todo tipo de rechazos en territorio fueguino.
Según reconocen fuentes ligadas al gobierno de esa provincia, la solicitud de establecer un atracadero para los sumergibles estadounidenses se ubica dentro del plan general de consolidar una base integrada en Ushuaia.
En Tierra del Fuego afirman que la posibilidad de que los submarinos estadounidenses operen desde ese distrito se corresponde con la idea norteamericana de consolidar su presencia militar en el Atlántico Sur y la Antártida. Y que ese precepto se ajusta a la estrategía de Donald Trump de reducir al mínimo la influencia de China en esta parte del mundo.