El abandono de José María López en las primeras 100 vueltas de las 24 horas de Le Mans había entristecido a los fanáticos argentinos de la tradicional competencia, pero este domingo hubo espacio para la celebración albiceleste: el bonaerense Nicolás Varrone consiguió el triunfo en la categoría GTE Am, tercera en importancia del automovilismo de resistencia, que consagró en Francia a Ferrari, que retornó a esta competencia después de 50 años y le puso fin a la hegemonía del último lustro de Toyota.
«Estoy feliz, todavía no caigo, hicimos una carrera increíble. Arrancamos dos vueltas abajo y tuvimos una gran recuperación. Fue importante no chocar cuando se caía el cielo por la lluvia, pudimos sobreponernos a todos y cuando salió el sol, con el calor, el auto tuvo un mejor ritmo», resumió Varrone, de 22 años y nacido en Ingeniero Maschwitz, que esta temporada ya había obtenido las 24 Horas de Daytona y las 1000 Millas de Sebring.
Varrone, en sociedad con el neerlandés Nicky Catsburg y el estadounidense Ben Keating, se transformó en el tercer argentino en consagrarse en Le Mans después legendario José Froilán González (1954) y de José María «Pechito» López (2021), que en esta edición debió abandonar en la división hypercar.
La unidad número 33 del Corvette Racing cumplió una brillante actuación sobre el circuito francés de La Sarthe, al consumar una remontada desde el puesto 19 después de acusar problemas mecánicos.
El auto del argentino llegó a estar dos vueltas abajo en la carrera pero en el amanecer del domingo alcanzó su mejor performance y finalizó por delante del Aston Martin #25 y el Porsche #86, que completaron el podio.
El Corvette de Varrone completó 313 vueltas al circuito La Sarthe, con un promedio de 305,59 km/h, tras una prueba durísima por las cambiantes condiciones climáticas.
Varrone fue el segundo piloto del equipo con mayor protagonismo. Estuvo a cargo del coche durante 97 giros y condujo por un total de 7 horas, 32 minutos, 8 segundos.
El regreso triunfal de Ferrari
La escudería italiana Ferrari ganó la edición del centenario en Le Mans, en su regreso a la categoría reina tras 50 años de ausencia, poniendo fin a la hegemonía de Toyota de los cinco últimos años.
El Ferrari N.51 de los italianos Alessandro Pier Guidi y Antonio Giovinazzi y del británico James Calado se impuso al término de una carrera emocionante en la mítica prueba de resistencia por delante del Toyota N.8, vencedor de la pasada edición.
«Descubrimos el coche el pasado julio, hace menos de un año. Así que encontrarnos aquí es ya algo fantástico», comentó Giovinazzi. «No esperábamos sobrevivir 24 horas, pero todo el equipo hizo un trabajo fantástico. Volvemos a Le Mans 50 años después y ganamos, podemos estar orgullosos», dijo.
Calado también destacó el «trabajo fabuloso» del equipo, «especialmente en lo que se refiere a la estrategia».
A menos de dos horas para la llegada a meta, los dos prototipos estaban distanciados por menos de 30 segundos cuando el piloto del N.8, Ryo Hirakawa, segundo en ese momento, cometió un error en la frenada de la curva Arnage y golpeó una barrera.
Si bien el Toyota GR010-Hybrid pudo continuar, el piloto japonés tuvo que pasar por boxes para reparar los daños sufridos, dejando pista libre a la Scuderia para lograr su primera victoria desde 1965.
Uno de los integrantes del Toyota N.8 que acabó segundo era el piloto suizo Sebastien Buemi, que admitió que Ferrari fue «un poco más rápido» que su coche «desde el principio».
«Lo hemos dado todo. Obviamente, estamos un poco decepcionados, pero no podemos reprocharnos nada», estimó.
El Cadillac N.2 firma una gran tercera posición, por delante de su otro vehículo, el N.3, cuarto.
El otro Ferrari que participaba en la categoría reina de los Hypercars, el N.50 que arrancó en la pole position, sufrió una avería durante la noche y terminó en quinta posición.
El Toyota N.7 del argentino José María ‘Pechito’ López, vencedor en 2021, abandonó víctima de un accidente a las 00h54 locales (19H54 del sábado en Argentina), cuando conducía el japonés Kamui Kobayashi. El otro integrante del trío de pilotos es el británico Mike Conway.
En total, más de un tercio de los 62 coches participantes no terminaron, víctimas de una serie de incidentes o accidentes, así como de una fuerte tormenta que transformó una parte de la pista en una pista de patinaje, el sábado al final de la tarde.
A pesar de unas previsiones meteorológicas pesimistas, al menos para el sábado, el público acudió a la cita. Unas 300.000 personas, venidas de todo el mundo, se esperaban para este fin de semana, un récord de afluencia. Las entradas estaban ya vendidas desde finales de 2022.