En un contexto de caída de la actividad económica y aumento del desempleo, el Gobierno nacional recibió esta semana un mensaje claro del poder corporativo internacional: la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) difundió un documento con exigencias concretas que garanticen la existencia de “reglas de largo plazo” y que permitan sostener el rumbo económico actual. En «Comunistas», por Bravo TV, debatieron respecto de esa presión ejercida sobre la política económica local.
El diputado Carlos Heller, invitado al programa, se expresó en referencia a la crisis que sufren en la actualidad los sectores productivos. Además, se mencionó que la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) advirtió que se multiplicaron los despidos y que la actividad está prácticamente paralizada y sin horizonte de recuperación. Asimismo, emprendedores online aseguran que “no se vende nada”. «Ese es el momento económico real, y se suma el cierre de PyMEs”, apuntó el conductor, Pablo Caruso.
Con ese telón de fondo, Heller salió al cruce del nuevo embate del lobby empresarial estadounidense: “AmCham es vocero directo de las políticas de EE.UU. Actúa con una impunidad total. Publican documentos críticos con tono imperativo como si tuvieran derecho a determinar el rumbo de nuestro país. Piden reformas estructurales para llevarse utilidades, eliminar derechos laborales y profundizar la apertura indiscriminada de importaciones”, expresó en el programa que se emite de lunes a viernes a las 22.
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Según el legislador, el posible nuevo embajador estadounidense en Argentina, Peter Lamelas, y el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, son parte del mismo entramado de presión que busca condicionar el rumbo local. “Dicen que quieren que Milei termine este mandato y tenga otro más. Están interviniendo directamente”, denunció.
La Cámara de Comercio de EE.UU., presidida por el CEO local de JP Morgan, Facundo Gómez Minujin, difundió un documento que propone cambios profundos: eliminar lo que resta del cepo cambiario, avanzar con la reforma laboral y la impositiva, garantizar beneficios fiscales y marcos regulatorios alineados a los estándares internacionales. También reclama “acuerdos políticos duraderos” para evitar lo que denominan “efecto péndulo”, es decir, una reversión futura de las políticas.
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En todos los casos, la condición es clara: el Estado argentino debe “garantizar seguridad jurídica, beneficios impositivos y libre giro de utilidades”. En un país donde, según cifras oficiales y gremiales, la caída del consumo, la pérdida de empleo y la destrucción de PyMEs se acelera semana a semana, el peso político de documentos como el de AmCham cobra una dimensión relevante. «Lo que pide AmCham es una hoja de ruta que no contempla la vida real de ningún argentino común. Solo considera la rentabilidad de sus grupos de poder”, observó Caruso hacia el final.
BR / FPT