Como de costumbre ante cada escaramuza bélica en Medio Oriente los analistas evalúan, en esta oportunidad, cómo la respuesta de Irán al ataque de Israel podría sacudir los mercados mundiales. ¿Cuáles serían esos escenarios?
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El nuevo conflicto en Medio Oriente abre distintos escenarios para los mercados del mundo.
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Esta nueva escalada del conflicto de Medio Oriente, en este caso entre Israel e Irán, obliga a los analistas a repensar y reevaluar posibles escenarios sobre los mercados globales. Según el análisis de los expertos de Lazard Geopolitical Advisory (LGA), el impacto sobre los mercados depende en gran medida de la progresión, la naturaleza y la duración de la respuesta de Irán. En el peor de los casos, los precios del petróleo podrían subir a 120 dólares por barril, sostienen en LGA. Cabe recordar que los precios del petróleo treparon al iniciarse el ataque israelí más de 13% y luego cedieron sobre el cierre quedando más de un 7% con entrega en julio mientras Teherán respondía el ataque sobre Tel Aviv. Si bien los precios del crudo terminaron retrocediendo desde los máximos alcanzados, el impacto más amplio del conflicto en los mercados globales depende en gran medida de la respuesta de Irán, señalaron los analistas de LGA a MarketWacht.
Según comenta Frances Yue, LGA elaboró cinco posibles escenarios de respuesta, siendo el más probable que Irán ataque directamente a Israel, lo que podría llevar a un aumento de u$s10 a 20 por barril en los precios del petróleo y un aumento en el costo de la energía y los bienes en la región, escribieron los analistas en una nota del viernes. También es muy probable que Irán tenga como objetivos activos militares o diplomáticos estadounidenses en Medio Oriente, lo que podría provocar un alza en los precios del petróleo hasta los 80 o 90 dólares por barril, según LGA, lo que plantea riesgos de medianos a altos para los mercados globales.
Yue comenta que, en un escenario más severo, LGA proyecta que los precios del petróleo podrían dispararse a entre u$s85 y 105 por barril si Irán ataca la infraestructura de petróleo y gas del Golfo, lo que podría provocar un aumento en las expectativas de inflación global. Este escenario parece menos probable que se materialice en comparación con los dos anteriores, según los analistas de LGA. Sin embargo, el peor escenario sería la interrupción o el cierre del Estrecho de Ormuz, una ruta marítima clave para las exportaciones de energía de Medio Oriente. Ese resultado, considerado improbable, podría incitar un aumento repentino de los precios del petróleo hasta los u$s120 por barril, lo que podría provocar que la inflación impulsada por el petróleo alcance niveles críticos, señalaron los analistas. También podría causar graves interrupciones en la cadena de suministro global, agregaron. Aun así, incluso ese escenario probablemente sería de corto plazo, ya que podría desencadenar una intervención militar estadounidense para restablecer las rutas marítimas, le dijeron a MarketWacht.
Tensiones en Medio Oriente: shock adverso para una economía global ya débil
Por su parte, los expertos de Oxford Economics (OE), consideran que las tensiones en Medio Oriente representan otro shock adverso para una economía global ya débil, sin embargo, sus modelos econométricos sugieren que incluso el resultado negativo más severo tendría un impacto manejable en la actividad económica mundial. “En nuestro escenario más adverso, el PBI mundial estaría aproximadamente un 0,3% por debajo del escenario base actual en 2026, lo que reduciría el crecimiento del PBI en 0,1% en 2025 y 2026. El impacto en la actividad sería ligeramente mayor en los EEUU y la Eurozona: el crecimiento del PBI sería un 0,4% y un 0,5% por debajo del escenario base el próximo año, respectivamente”, señalan desde OE.
No obstante, agregan, el aumento de los precios del petróleo y el consiguiente aumento de la inflación minorista supondrían un serio problema para los bancos centrales: “si el precio del petróleo subiera a u$s130 por barril como consecuencia del cierre del Estrecho de Ormuz, estimamos que la inflación en EEUU podría alcanzar un máximo cercano al 6%, y en la Eurozona, la inflación podría casi duplicar el objetivo del BCE”.
En tal sentido, OE sostiene que, dado el ya incierto contexto económico, dudan de que los bancos centrales respondan rápidamente a un repunte de la inflación subiendo las tasas de interés. Sin embargo, un aumento significativo podría persuadirlos a posponer nuevos recortes de tipos hasta al menos principios de 2026 para minimizar el riesgo de que surjan efectos inflacionarios de segunda ronda, advierten. La consultora global vislumbra tres escenarios adversos: uno de desescalada y sanciones a Irán, llevando el precio del crudo a u$s75; otro donde la producción iraní está paralizada y así el crudo sube a u$s90 el barril; y un tercero donde Irán cierra el Estrecho de Ormuz y entonces el barril iría a u$s130.