Sin tapujos Maduro declaró este lunes que: “Puedo declarar, en pleno uso de mis facultades constitucionales, en pleno uso de mi conciencia como presidente-pueblo, que Venezuela está y estará… abierta a todas las inversiones internacionales en petróleo, gas, petroquímica y refinación”. Lo declaró durante la activación de lo que llama “Motor Hidrocarburos y la fórmula de la Producción, Abastecimiento y Exportación (PAE)”, pomposo nombre para un curso aperturista.
“Tenemos las puertas abiertas de par en par para que venga el mundo entero a producir, a ganar”, también enfatizó Maduro, tal como lo ha venido ejecutando, y razón por la cual hasta el momento los grandes sectores empresariales, grupos económicos y hasta transnacionales, están satisfechos con la política del gobierno de Maduro, donde se les ha abierto las puertas de par en par, en el marco de una liberalización agresiva de la economía, solo limitada por el acoso e imposiciones de las sanciones imperialistas.
Maduro ya ha recalcado en otros momentos que vienen tomando «medidas audaces» para la «recuperación integral y definitiva» de la industria petrolera, recalcando que toda la industria de hidrocarburos del país está abierta a la inversión extranjera. «Quiero decirles a los inversionistas de los EE.UU. de Norteamérica que las puertas de Venezuela están abiertas para la inversión petrolera, gasífera y petroquímica del capital estadounidense, para trabajar en una sociedad ganar-ganar», había manifestado a inicios del 2021 y en el marco de la mal llamada “Ley Antibloqueo”, la cual, en el mayor de los secretismos, le permite avanzar en un curso privatizador.
Por ello están en la lista del ministro de Industria y Comercio, Alex Saab, alrededor de 600 empresas del Estado venezolano que buscan ser privatizadas, de las cuales ya habían analizado un total de 350 empresas para que pasen a manos privadas. Lo que incluye también el remate de activos extraterritoriales, como el caso de Monómeros, empresa venezolana con sede en Colombia, donde ya hay las negociaciones abiertas para su privatización.
Monómeros se dedica a la producción y comercialización de materias primas para fertilizantes e insumos agropecuarios, no es una empresa que está en crisis, usual argumento privatizador para rematar empresas estatales, todo lo contrario. Este martes 13 de marzo, la Superintendencia de Sociedades de Colombia, ente estatal, ha rechazado que la operación se lleve adelante por el momento, argumentando el posible desmantelamiento de la compañía de fertilizantes e insumos agropecuarios.
Pero su caso se inscribe en el acelerado curso privatizador, que en el sector petrolero y otras áreas económicas viene operando desde el 2015 en el territorio nacional tal como hemos denunciado desde las páginas de La Izquierda Diario, como parte del plan capitalista al nivel del más agresivo neoliberalismo abriéndose a todo el sector empresarial y de las transnacionales, y que tuvo su salto en el paquetazo de agosto del 2018 atacando y destruyendo el salario y todas las conquistas laborales.
Pero el sector de la oposición de derecha que lidera María Corina Machado no se queda atrás. “La oposición de Venezuela elaboró una amplia propuesta de reforma del sector energético que permitiría la participación de empresas internacionales, en un intento por atraer el apoyo de las grandes petroleras y del gobierno del presidente estadounidense Donald Trump”, según fuentes de la agencia Reuters, y que se ha hecho público este miércoles 12 de marzo.
De acuerdo a este plan, incluye la reducción del tamaño de PDVSA, al tiempo que ofrece campos de petróleo y gas, refinerías y activos intermedios venezolanos a empresas extranjeras. Las participaciones de PDVSA estarían abiertas a licitación privada. «Venezuela está abriendo su sector energético al mundo, ofreciendo oportunidades de inversión sin precedentes y un marco claro y basado en reglas para el liderazgo del sector privado», se indica que sostiene la propuesta.
De acuerdo a la misma agencia Reuters que habría tenido acceso al documento elaborado por la oposición, la nueva propuesta también permitiría a los socios existentes de PDVSA cambiar a términos contractuales más atractivos, que incluirían una participación menor para el gobierno, así como que los estándares internacionales de protección de las inversiones se incorporarían al sistema jurídico de Venezuela.
Como hemos venido afirmando, los planes económicos de María Corina y Edmundo González, no son muy diferentes a los de Maduro, en cuanto a privilegiar las ganancias empresariales, de los grandes comerciantes y los intereses de los ricos, por encima de cualquier otro interés o derecho de los trabajadores y el pueblo. Su programa económico no es menos salvaje contra el pueblo y los intereses nacionales que el que han venido imponiendo Maduro.
Aunque podrá haber diferencias, como seguramente se puede observar en cuanto a la principal empresa petrolera como PDVSA donde la oposición de derecha como el liderado por María Corina propone privatizarla en su totalidad, y el gobierno de Maduro viene aplicando un plan de gestionarla en forma capitalista junto a las Fuerzas Armadas, manteniéndose en muchas de las empresas mixtas como socio menor (revirtiendo la Ley de Hidrocarburos). Aunque, y es importante destacar que avanzarían a partir de lo andado por Maduro, que ha hecho gran parte de ese trabajo reaccionario a favor del capital privado. El régimen de Maduro y las FFAA, y esa oposición totalmente subordinada a EEUU, compiten por quién aparece más garante de las necesidades de los grandes capitales imperialistas en el petróleo venezolano.
Pero es claro que bajo Maduro se ha avanzado en un creciente proceso de desnacionalización, cambios en la Ley de Hidrocarburos, Ley de Inversiones Extranjeras, explotación depredadora del Arco Minero, entre otras importantes medidas, que han venido permitiendo que sectores controlados por el Estado progresivamente vayan siendo traspasados a empresas extranjeras o grupos económicos locales, tal como se ve muy claramente en el área del petróleo. Pero, como lo han venido anunciando y lo vuelven a declarar públicamente con su nueva propuesta, la oposición de derecha propone un plan en el mismo sentido, aunque más agresivo y abiertamente alineado con Trump y en sintonía con derechistas como Javier Milei.
Hay que posicionarse contra todo este entreguismo, saqueo y despojo privatizador, que solo beneficia a los capitalistas de todo pelaje y envergadura, que viene aplicando Maduro y también se propone el sector de la oposición de la derecha como el encabezado por María Corina y todo su combo. En este marco, como antiimperialistas, hay que rechazar las sanciones imperialistas, la confiscación de bienes y toda agresión o amenaza imperialista, y que ahora, tras la llegada de Trump, se busca escalar.
Las sanciones impuestas por Estados Unidos son un arma miserable que ha buscado estrangular más aún la economía del país para generar por esa vía un forzamiento de cambio de gobierno favorable a Estados Unidos, recuperar espacio económico y que beneficie a la derecha que lidera María Corina Machado, quien festeja a rabiar todas las medidas de coerción del imperialismo.
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