¡De pronto, flash! No, no son fotos hot. No son imágenes de él sin ropa. La China Suárez volvió a Turquía después del escándalo que se armó por las imágenes «como Dios lo trajo al mundo» y el reencuentro con el goleador era, dentro de la farándula, uno de los hechos más esperados de las últimas semanas. ¿Qué sucedió? ¿Hubo reproches, hubo borrón y cuenta nueva?
Todo, como siempre, quedó filmado y subido como corresponde y como se debe para estos tiempos que corren a las redes sociales. Las del programa LAM, por ejemplo, que recibió la grabación y la posteó en cuestión de minutos, develando una de las grandes dudas del ambiente. Muchos, en la previa, anticipaban que la China le haría una escena de celos a su chico. Esa situación era una fija que pagaba dos pesos.
Al menos públicamente, por lo menos en el momento en el que volvieron a verse las caras, pasó todo lo contrario. Vestida de negro de pies a cabeza (Sombrero, remera ajustada, calzas más apretadas todavía y botas bastante altas) lo que hizo ella, la mujer más intrigante y sensual del país, fue mostrar una sonrisa enorme y de oreja oreja cuando pisó suelo de Estambul.
No fue lo único que hizo: apenas vio al delantero del Galatasaray, la chica largó todo el equipaje, lo dejó a un costado, y ya libre de cualquier elemento que pudiera molestarla corrió a abrazarlo en una suerte de gesto que imitió aquel «Koala» que puso tan de moda Rocío Marengo cuando participó en uno de los realities de Marcelo Tinelli.
QUE HIZO LA CHINA SUAREZ AL REENCONTRARSE CON MAURO ICARDI TRAS EL ESCANDALO DE LAS FOTOS DESNUDO
Efectivamente, la China tomó carrera y se lanzó con todo a los brazos de Icardi, que la recibió mejor con una sonrisa un gesto y una felicidad que no tiene ni cuando una asistencia lo deja cara a cara con el gol. Estaba eufórico Mauro, quizás sabiendo que había superado una prueba de fuego: la primera impresión muchas veces es la que cuenta y al menos en esa «primera instancia» verse después del escándalo no generó otro.
No hubo reproches ni cuestionamientos. No hubo «tiradas de oreja» ni miradas de reojo. Todo fue felicidad, mimos, amor y más, como si la semana pasada no hubiera pasado. Como si la filtración de las imágenes no hubiera generado ninguna grieta al interior de la pareja. ¿»Por ahora, solamente por ahora» como decía Marcelo Araujo en sus recordados relatos futboleros? Quién sabe, el tiempo dirá.