Con argumentos (endebles) de que la sesión era “ilegítima” y culpando a la vicepresidenta Victoria Villarruel por la impericia del propio Poder Ejecutivo, que no pudo o no supo frenar la catarata de proyectos que avanzaban, esta semana quedó a la vista que el oficialismo perdió el control del Congreso y de la agenda. Con un dato extra: los resultados de las votaciones expusieron que La Libertad Avanza no cuenta con el tercio que se requiere en la Cámara para blindar un veto presidencial o, incluso, para frenar un juicio político.
Desde que Javier Milei es presidente, La Libertad Avanza había logrado algo difícil de imaginar. Con apenas 6 senadores y cerca de 40 diputados, supo legislar a base de Decretos de Necesidad y Urgencias y (hasta esta semana) decretos delegados. Además, blindó dos decretos presidenciales y, apelando a negociaciones de último momento con gobernadores, logró desbaratar sesiones impulsadas por la oposición. Su única derrota había sido el rechazo al DNU que ampliaba los fondos reservados de la SIDE.
Por un lado, sancionaron la prórroga de la moratoria previsional junto con la actualización de los haberes previsionales y el bono. Además, convirtieron en ley la Emergencia en Discapacidad. Al mismo tiempo, insistieron con la Emergencia en Bahía Blanca (que Milei vetó) y le dieron media sanción a los dos proyectos impulsados por los 23 gobernadores y el jefe de Gobierno porteño para que se coparticipen los ATN y parte de lo recaudado con el Impuesto a los Combustibles Líquidos. Estos tres temas ahora quedaron en manos de Diputados.
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El jefe de la bancada oficialista no logró frenar la sesión.
La derrota fue aplastante. El oficialismo apuntó contra la vicepresidenta, que no hizo más que ponerse al frente de la sesión, una vez puesta en marcha. También, con el jefe de bloque a la cabeza, Ezequiel Atauche, buscó declarar inválida la sesión que el cuerpo del Senado –como último intérprete del reglamento– ya había habilitado.
Con un dato extra: el secretario Parlamentario, Agustín Giustinian, que días atrás invalidó los tres dictámenes firmados por la oposición, se hizo presente en el recinto, y se sentó en su lugar en el estrado. Un signo más de que la sesión era válida. Lo propio hicieron el resto de los bloques, que validaron la sesión al participar de las votaciones.
Javier Milei pierde aliados
Durante una sesión, que fue corta pero intensa, Unión por la Patria, un sector de la UCR, así como también del PRO y buena parte de las fuerzas provinciales avanzaron con las seis iniciativas, con un dato que debería alarmar a los libertarios. Todos los textos, salvo la moratoria previsional, reunieron más de dos tercios de los votos. Es decir, se ubicaron por encima del número mágico que se requiere para sostener cualquier ley vetada por Milei. Ese número también tiene una carga simbólica: Milei no contó con el tercio que se requiere para frenar un juicio político.
Las votaciones, que superaron en buena medida los 50 votos a favor, refleja que Milei perdió el apoyo (al menos circunstancialmente) de los que venían siendo sus aliados casi incondicionales. El caso más categórico fue el de los correntinos, que dejaron entrever que la sesión del jueves no solo fue el resultado del retaceo de fondos a las provincias. Sino también, una respuesta a la “falta de política”.
Es que, a las ya reiteradas quejas de los gobernadores de que la Casa Rosada incumple sus promesas (en general vinculadas a giros de fondos que no se concretaron u obras públicas que no se pusieron en marcha), se le sumó que, dicen, es un mal pagador. A aquellos mandatarios que se mostraron dispuestos a “salvarle las papas” a Milei en el Congreso, su hermana, Karina, les «devolvió el favor» enfrentándolos en los comicios provinciales.
El último caso fue el de Corrientes: la presidenta de La Libertad Avanza no solo le cerró la puerta a un acuerdo con el gobernador Gustavo Valdés. Sino que también dejó colgado de un pincel al senador Carlos “Camau” Espínola, quien se ilusionaba con ser el candidato a gobernador color violeta de esa provincia. ¿El resultado? Los tres senadores de esa provincia (es decir, los dos laderos de Valdés) y el regatista dieron quorum. Y, en algunos casos, acompañaron las leyes opositoras. Favor con favor se paga.
Otro gobernador que jugó fuerte fue el cordobés Martín Llaryora. La schiarettista Alejandra Vigo dio quorum, acompañó las leyes y fue felicitada en Twitter por su gobernador. “Gracias @alevigo por no traicionar a los cordobeses. Vas a quedar en la historia como la única senadora que defendió los recursos que le pertenecen a los cordobeses por ley y le son retenidos ilegalmente por el centralismo porteño”, fueron las palabras que le dedicó el mandatario.
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Gracias @aleVigo por no traicionar a los cordobeses. Vas a quedar en la historia como la única senadora que defendió los recursos que le pertenecen a los cordobeses por ley y le son retenidos ilegalmente por el centralismo porteño. https://t.co/gfSMaBiF1Z
— Martín Llaryora (@MartinLlaryora) July 11, 2025
Luis Juez fue otro caso que llamó la atención. El cordobés, de muy buen vínculo con Milei, acompañó los tres proyectos que se convirtieron en ley, luego de avalar con su voto la validez de los dictámenes (cuestionados por LLA).
Quizás para hacerle un gesto al Presidente, se diferenció del resto de sus pares al momento de votar los dos proyectos impulsados por los gobernadores: fue el único nombre que se pintó de rojo en el tablero, al momento de las votaciones.
Conclusión: la sesión del jueves no fue una “maniobra K”. Sino una sesión en la que, por distintos motivos, los senadores de todos los espacios políticos (salvo el oficialista) se desmarcaron de las Fuerzas del Cielo.
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Luis Juez fue el único senador que rechazó los proyectos de los gobernadores.
El día después de la derrota
Mientras la sesión seguía en pie, desde la Bolsa de Comercio, Milei anticipó que vetaría todo lo sancionado por el Senado. Con esas palabras, el mandatario se metió en un brete: si veta las leyes es que las avala.
¿Bajo qué excusa irá después a la Justicia si el Congreso logra reunir los dos tercios en ambas Cámaras para insistir con las iniciativas? Sobre todo si se tiene en cuenta que, para ese entonces, el mandatario ya habrá hecho uso de sus facultades constitucionales, que lo habilitan –a través del sistema de pesos y contrapesos—a vetar una ley sancionada por el Poder Legislativo.
La amenaza “jodan todo lo que quieran, los espero el 11 de diciembre” que le hizo Milei al Congreso tampoco sirvió. Con un dato extra. Aún en el mejor de los escenarios electorales, con el recambio legislativo del 10 de diciembre, La Libertad Avanza requerirá de otras fuerzas políticas para reunir el quorum en ambas Cámaras.
Es decir, independientemente del desempeño de LLA en las elecciones de octubre, en el segundo tramo de su mandato, Milei deberá apelar a la fuerza de los números, y no del cielo, si quiere llevar adelante sus reformas en materia previsional, laboral e impositiva.
De no apelar al diálogo y al consenso, la sesión de este jueves podría convertirse en la regla y no en la excepción, como lo fue hasta ahora.