La esperanza de ver a Leandro Paredes con la nueva camiseta de Boca en el Mundial de Clubes 2025 sigue latente gracias a una particularidad del reglamento de FIFA y los hinchas se mantienen ilusionados con la posibilidad de que el campeón del mundo se ponga la camiseta en la cita mundial de clubes.
Aunque el club ya presentó su lista de 35 jugadores el pasado 10 de junio -fecha límite estipulada por el ente rector del fútbol mundial-, existe una ventana reglamentaria en medio del certamen que abre una posibilidad inesperada: incorporar o reemplazar jugadores entre el 27 de junio y el 3 de julio, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos.
En ese contexto, desde Brandsen 805 se ilusionan con sumar al mediocampista surgido del club, incluso durante el desarrollo del torneo en Estados Unidos. La oferta formal de Boca ya fue realizada y, según trascendió, los números igualan el salario que percibe actualmente en Roma.
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Además, el contrato sería por tres años y medio, lo que refuerza el optimismo de la dirigencia que encabeza Juan Román Riquelme. Pero para que el deseo se transforme en realidad, deben alinearse varias condiciones.
Qué debería pasar para que Leandro Paredes juegue el Mundial de Clubes con Boca
Primero, que el propio Paredes le dé el visto bueno a la propuesta y ejecute su cláusula de salida de la Roma, valuada en 3.5 millones de euros únicamente válida para Boca. Luego, que el equipo supere la difícil fase de grupos en la que comparte zona con Bayern Múnich, Benfica y Auckland City.
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El último partido de esa etapa será el 24 de junio, y de obtener la clasificación, el club de la Ribera jugaría los octavos entre el 28 de junio y el 1 de julio, momento en el que podría ingresar el volante si la FIFA aprueba la modificación del plantel.
La regla, según explicó la entidad madre del fútbol mundial, busca facilitar la participación de jugadores cuyos contratos finalizan en junio o que sufren lesiones durante el torneo. Por eso, desde el club analizan con detalle esta chance que hasta hace poco parecía inviable.
Si bien todavía no hay certezas, en la institución confían en que este resquicio reglamentario podría cambiar el curso de los hechos. El deseo de volver a contar con un hijo de la casa está más vivo que nunca.
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