La politóloga y consultora Sofía Chini definió el fallo de la Corte Suprema contra Cristina Fernández de Kirchner como “un antes y un después en la historia política y la relación de la política con la justicia”. Según describió, el impacto fue “alto a nivel político y judicial”, con amplia repercusión mediática y efectos que trascienden la coyuntura electoral.
Fallo completo de la Corte Suprema
Chini sostuvo que en Córdoba el kirchnerismo está en su punto más bajo: “En la última elección ha sacado menos del 10% de lo que habitualmente solía sacar”. Ese retroceso, planteó, deja un espacio “licuado” y sin conducción clara.
A nivel nacional, interpretó que “Cristina dejó de marcar el enfoque kirchnerista y empezó a hablar en términos más peronistas”, lo cual sería una señal de desmarque estratégico. En este contexto, Córdoba aparece como un caso testigo: “El antikirchnerismo está muy arraigado en la provincia, como en Cuyo o San Juan”, dijo Chini en diálogo con Punto y Aparte, Punto a Punto Radio (90.7).
Liderazgos en disputa hacia 2027
En cuanto a la vigencia de Cristina como figura política, Chini afirmó que “el peronismo más nucleado en la figura de Cristina sostiene entre un 20 y pico y un 30%” de intención de voto, aunque todavía es pronto para saber cuánto afectará el fallo su centralidad.
Frente a una oposición sin liderazgo nacional consolidado, analizó que “Kicillof cuesta que salga de Buenos Aires con un protagonismo mayor”, mientras que “quizás Massa, por haber polarizado y representado el espacio en 2023, sea una ficha válida para reconstruir el liderazgo”.
Oportunidad (y riesgo) para Milei
Para la consultora, el gobierno nacional se ve fortalecido por la falta de una oposición competitiva: “Hoy por hoy se mantiene un escenario electoral sin oferta”, afirmó. Pero advirtió que esto podría derivar en desmovilización: “La polarización con Cristina le servía a Milei para revalidar su discurso de batalla cultural”.
Empresarios cordobeses y la Corte
Desde su rol de encuestadora, Chini también alertó por la baja participación ciudadana. “Estamos empezando a preguntar si la gente va a ir a votar, una pregunta que antes no se hacía”, señaló. Según explicó, se percibe una desafección creciente que exige “repensar estrategias de movilización”. Planteó que “estamos atravesando un proceso donde el voto pasa a ser voluntario de hecho, como en Estados Unidos”, y remarcó: “Los argentinos somos una sociedad muy politizada, pero muy pocos son conscientes de sus obligaciones cívicas”.