Christian Castillo: «Les da gusto reprimir y mostrar esa imagen a los inversores»

El discurso completo del diputado nacional por el Frente de Izquierda Christian Castillo:

Parece que estamos en el reino del revés. Se dice que es «ser responsable» pagar jubilaciones de miseria. Se dice que es «ser responsable» subir la edad jubilatoria a las mujeres e impedirles jubilarse mediante la moratoria. Se dice que es «ser responsable» quitar la cobertura del 100% a los medicamentos del PAMI. Y se tilda de «irresponsable» que los jubilados puedan comer, puedan llegar a fin de mes, puedan vivir tranquilos y tranquilas su adultez.

Señor presidente, nuestro proyecto incluye, obviamente, la renovación de la moratoria, a pedido de las organizaciones de jubilados y jubiladas que se manifiestan cada miércoles. Esos que soportan los gases que les tiran cruel y violentamente las fuerzas de seguridad, ordenadas por Patricia Bullrich. Esos policías que no dudan en darle un palazo a una jubilada como Beatriz Blanco, o en tirarle gas a una nena de nueve años.

Miércoles a miércoles reprimen y despliegan ejércitos de gendarmes, policías, prefectos, incluso acá, en el anexo, lo cual repudiamos. Eso debe ser absolutamente impedido: ni un gendarme más adentro del anexo para atemorizar, ni un policía más. Basta de represión a jubilados y jubiladas todos los miércoles.

¿Qué ley han votado que impida movilizarse a los jubilados? ¿Qué ley han votado que imponga un estado de sitio a los jubilados y jubiladas? Les da gusto reprimir y mostrar esa imagen a los inversores. En este reino del revés, si se suben las jubilaciones, les bajan el pulgar; si revientan a los jubilados, se lo suben.

El gobierno de Milei no quiere que se investigue la cripto estafa de $LIBRA. Quieren garantizarse la impunidad pic.twitter.com/n2WmKKB2xJ

— Christian Castillo (@chipicastillo) June 4, 2025

Y vamos contra ese reino del revés. Pero no vamos solos. Está creciendo la oposición social a este gobierno: está creciendo entre quienes ven que su salario no alcanza, desde los choferes de la UTA, los docentes bonaerenses, los docentes y no docentes universitarios, los médicos y enfermeros del Garrahan y de toda la salud pública.

También está creciendo entre quienes no se bancan los aprietes y ataques, como las gestiones obreras en Neuquén, los trabajadores despedidos de Zanon, los despedidos en Ledesma. El pueblo se está movilizando cada vez más: los puesteros que son desalojados, el pueblo de Tierra del Fuego, todo por un decretazo de Sturzenegger. Y así podemos seguir contando.

Hay una contradicción enorme entre el Palacio, que piensa cómo beneficiar a la bicicleta financiera y a los dueños del país, y la calle, que grita que esto no se aguanta más, que no se puede vivir con salarios de hambre.

¿Usted cree que se puede vivir con 250.000 pesos, como cobra un ayudante de cátedra en la universidad? ¿O que un jubilado o jubilada puede seguir viviendo con 350.000 pesos? Reitero: 350.000 pesos. Quisiera que los funcionarios que dicen que eso es ser responsables digan hasta qué día del mes llegan con lo que cobra un jubilado o jubilada de la mínima.

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Nuestro proyecto, junto con la moratoria, plantea otra cuestión central: transformar la PUAM en una prestación jubilatoria universal. ¿Por qué? Porque la PUAM, con ese ingreso miserable, solo otorga el 80%, y además no permite acumular pensión por viudez.

¿Se imagina usted una pareja de jubilados, muere uno a los 85 años, y el otro queda con la mitad de los ingresos? ¿Cómo paga los gastos? ¿Cómo paga el alquiler, si lo tiene? ¿O las expensas? Eso es mandar a la calle a toda una generación. Y no permitir esa acumulación de pensión extiende la edad jubilatoria de 60 a 65 años.

Las jubilaciones son un derecho de toda la población. Y es mentira que las jubilaciones solo se sostienen con lo que aportan los trabajadores en blanco. Las jubilaciones se sostienen con aportes y con rentas generales. Toda trabajadora que va a comprar algo aporta al sistema jubilatorio. Toda trabajadora de su hogar también aporta. ¿Cómo no va a tener derecho a la jubilación? Lo tiene.

Tenemos que invertir esta discusión. No se trata de cómo ajustamos para cumplir con el Fondo Monetario. Se trata de cuánto se necesita para vivir en condiciones dignas a los 60 años las mujeres, a los 65 los varones.

Porque, ¿sabe por qué primero Macri, luego Alberto Fernández, provocaron una caída entre el 21% y el 24% en los haberes de quienes cobraban más de la mínima, y que no recibían bono? Y esto, por fallos judiciales. Y ahora Milei, en un saqueo salvaje a los recursos previsionales. ¿Sabe por qué ajusta? Porque se lo pide el FMI.

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Macri ajustó con la deuda que tomó Caputo. Alberto, con Guzmán, ajustó también, como le pedía el FMI. Y ahora Milei, que no votó el acuerdo con el fondo de Guzmán, se arrodilla ante el FMI. Gatito mimoso del poder económico, como dijo mi compañera Myriam Bregman, y del Fondo Monetario Internacional.

Por eso no quieren la moratoria jubilatoria. Pero ahora todos sabemos que no hay prácticamente costo fiscal para mantenerla: 0,084% del PBI, según la Oficina de Presupuesto del Congreso. Por eso apelo a los demás bloques a que apoyen el proyecto.

Apelo al bloque de Democracia Para Siempre, al bloque de Encuentro Federal, a la Coalición Cívica. ¿Cuál es el motivo para no acompañar la moratoria jubilatoria? Si no hay costo fiscal, ¿por qué oponerse? ¿Porque se enoja el FMI? No hay argumentos para oponerse a la restitución de la moratoria previsional.

Es un deber de esta Cámara hacerlo. Y es un deber de esta Cámara comprometerse a defenderla ante un eventual veto, contra ese atributo monárquico del presidente, y esa característica antidemocrática de nuestro sistema constitucional, que exige los dos tercios.

Esto es una cuestión mínima de democracia. Para todos los que se llaman democráticos, lo mínimo es oponerse a cualquier veto presidencial que intente ir en contra de este derecho, incluso con balazos de goma y granadas de gas como las lanzadas en la cabeza de manifestantes como Pablo Grillo, quien por suerte salió de terapia intensiva y sigue su recuperación gracias a los médicos del hospital público.

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Esto es un homenaje a Chaca, el jubilado que siempre está; a Guille, otro de los que ha sido gaseado una y otra vez; a Beatriz Blanco, que se bancó el palazo del policía y el tupé de Patricia Bullrich de decir que lo había empujado ella; a Nelly, y a tantas y tantos otros jubilados y jubiladas que todos los miércoles han marcado un camino, y que hoy son articuladores de todas las luchas.

Porque lo nuevo de la marcha de hoy, muy importante, es la confluencia de los sectores que están peleando. Y muestran un camino bien distinto al de la conducción de la CGT, que dice que no hay clima para un paro general.

¿Qué están esperando? ¿Que anulen el derecho de huelga? ¿Que sigan pulverizando salarios? Se necesita un plan de lucha que derrote esta política de hambre, de miseria, de ajuste al servicio del FMI y los ricos de este país que aplica el gobierno de Javier Milei.

Es imprescindible que lo que vemos hoy, esa confluencia en la calle, se profundice y marque un camino claramente distinto.

Y déjeme unos segundos, porque no pedí una cuestión de privilegio frente al diputado Fernando «Troll» Iglesias, que cree que me disminuye llamándome por mi seudónimo, “Chipi”. Cuando podría haberme dicho «diputado Castillo», como a cualquiera.

Parece que nuestras propuestas de lucha en favor de los trabajadores le parecen una estudiantina. No me voy a extender. Solo le digo al diputado Iglesias: mire, su trayectoria cambiante no está en primer plano solo porque tiene a Patricia Bullrich adelante. Porque usted fue trosco, después kirchnerista —tiene un libro de alabanza a Néstor que hasta haría sonrojar a Cristina—, después del ARI, luego del PRO… y ahora se está tiñendo el pelo de violeta.

Pero lo dejo tranquilo. No nos están siguiendo a nosotros, lamentablemente. El sistema político se está adecuando a la derecha. Le echan la culpa de la crisis de la educación y la salud a los docentes y a los médicos. Esa es la costumbre del sistema político: decir que no te atienden o que no hay clases.

¿Y por qué no hay clases o atención? Porque les pagan salarios de hambre. Hay que recomponer los salarios de los docentes y de los trabajadores de la salud.

Simplemente, culmino con este homenaje. Jubilados y jubiladas, nos tienen acá, como nos tienen todos los miércoles.

¡Fuerza! Y todos a votar ahora la moratoria y la recomposición de las jubilaciones. Porque con este hambre no se aguanta más