Carlos Eduardo Rovira vive en una casa construida en un predio de 14 mil metros cuadrados. Es tan grande que la manzana de al lado, por ejemplo, mide lo mismo, pero con la diferencia de que allí hay 17 casas y tres terrenos baldíos. En su propiedad, inscripta en los registros públicos de Posadas a nombre de su esposa Rosana Spotorno. Rovira hizo uso de su poder político para cerrar una calle que desembocaba en el Río Paraná. Allí hoy hay un paredón que bloqueó el acceso al río, y del otro lado hay un muelle privado que tiene ingreso directo a la casa de Rovira. Pero hay algo mucho peor en esa propiedad: pegado a la costa del río hay un paredón que impide la circulación por la costa, lo que va en contra de la ley, que exige a los propietarios de terrenos ribereños dejar libre 35 metros de costa para el llamado «camino de sirga». NOTICIAS accedió a imágenes satelitales que muestran la diferencia. De cómo era esa zona en 2004, antes de que Rovira construyera su casa, y cómo se ve hoy. El cambio es asombroso. Incluso se puede ver que se aprovechó parte del agua del río para hacer una laguna dentro de su jardín. Pequeños gustos del hombre que manda en Misiones desde hace 26 años. Que fue gobernador, pero que hoy maneja la provincia desde las sombras. Y que se convirtió en la llave maestra con la que el Gobierno pudo hacer caer la ley de Ficha Limpia.
Rovira nació en Posadas y se recibió de ingeniero químico. Su carrera pública comenzó en los años ’80 como secretario del entonces diputado Ramón Puerta, a quien luego sucedería como gobernador. Aquel vínculo fundador fue también el primer «parricidio político» que definiría su futuro. En 1999 asumió como gobernador por el sello del PJ y le tocó atravesar la crisis de 2001, que tuvo a su padre político como uno de los protagonistas. Mientras Ramón Puerta estaba ocupado en Buenos Aires, Rovira construía a nivel provincial su poder. En 2002, cuando el peronismo estaba organizando la normalización del país con Eduardo Duhalde a la cabeza, se había barajado la posibilidad de armar la fórmula presidencial con José Manuel De la Sota y Ramón Puerta como su vice. Estaba todo encaminado, pero a último momento De la Sota se bajó. Duhalde le propuso la candidatura a Néstor Kirchner, quien dijo que sí. El plan original era conservar a Puerta como vicepresidente, pero el misionero se negó a acompañar a Kirchner, lo que le valió el rencor del patagónico, que resultó el combustible del que Rovira se valdría para avanzar a nivel provincial.
En 2003, Rovira rompió con el PJ de Puerta y creó el Frente Renovador de la Concordia, partido con el que fue reelecto gobernador, gracias al apoyo del ya presidente Kirchner. Estaba embalado. En 2006 intentó reformar la Constitución provincial para tener reelección indefinida, pero no pudo por la oposición que ejerció la Iglesia. Esto no lo detuvo y decidió probar algo más arriesgado: darle la gobernación al radicalismo y controlarlo desde la Legislatura provincial. En 2007 el candidato a gobernador fue el radical Maurice Closs, quien llevaba como vice a Sandra Giménez, una persona de confianza de Rovira, quien iba en la boleta como primer candidato a diputado provincial. Desde entonces, Rovira se convirtió en presidente de la Legislatura misionera, desde donde aceitó un quirúrgico estilo de manejo del poder. Fue más tiempo presidente de la Cámara de Diputados que gobernador y, aún así, todo el sistema político misionero no mueve dedo si antes el tema no pasa por sus manos. Pasaron Maurice Closs -por dos períodos-, luego Hugo Passalacqua, Oscar Herrera Aguad y ahora otra vez Passalacqua. El secreto es que el gobernador de turno no esté durante más de un periodo. En Misiones, lo único permanente es Rovira, que tiene un poder tan grande que desde 2023 ya ni siquiera preside la Legislatura. La dejó en manos de Herrera Aguad, quien tal vez sea el próximo gobernador. Ahora Rovira es un simple diputado provincial, que ya no necesita de los títulos institucionales para ejercer el poder. No hace falta, porque todos acatan sus ordenes, es el hombre más temido de Misiones. Lo llaman el patrón y se mueve como un señor feudal, a quien todo el sistema político responde a cambio de protección, favores y buen trato. Todos los jueves, Rovira reúne a su tropa para bajar línea y, si necesita reforzar alguna idea, manda mensajes por la aplicación de mensajería encriptada Signal. Esa habría sido la manera en que el pasado 7 de mayo instruyó a sus dos senadores, Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, para que votaran en contra del proyecto de Ficha Limpia y tiraran abajo el proyecto de ley que podía impactar sobre la candidatura de Cristina Kirchner para este año. Hasta este momento del año, Rovira había votado en línea con el Gobierno para los temas importantes, como por ejemplo Ley Bases. Incluso, cuando la ley de Ficha Limpia había sido tratada en Diputados, los representantes de Rovira -Yamila Ruiz, Alberto Arrúa, Carlos Fernández y Daniel Vancsikhabían votado a favor. En el Senado se decidió cambiar de postura.
Qué pasó. La explicación la dio el ministro de Hacienda de Misiones Adolfo Safrán en la red social X: «Mauricio Macri, con Ficha Limpia, buscaba, en un mismo movimiento, proscribir cualquier candidatura de Cristina Fernández y a la vez posicionar a su candidata –Silvia Lospennato, autora del proyecto– en la contienda legislativa de la Ciudad de Buenos Aires».
Un dato de contexto es que Rovira no tiene buena relación con Macri porque es amigo de Ramón Puerta, su némesis misionera. El ministro Safrán agregó: «La inteligencia política de Rovira desarmó con un simple movimiento lo que implicaba ser una jugada del macrismo para marcarle la agenda al Gobierno Nacional y continuar profundizando su grieta con el kirchnerismo». A las palabras del ministro misionero se suma lo publicado por el diario La Nación sobre que Rovira le habría confirmado a su entorno que existió un pedido de Milei para que sus senadores votaran en contra del proyecto. Rovira controla más del 90 por ciento de los municipios de Misiones, influye en la Justicia, en una parte de los medios provinciales y sostiene su poder mediante un entramado de contratos públicos, medios aliados y empleo estatal clientelar. A esto se suma que la ley de lemas le asegura fragmentación opositora.
Su círculo más íntimo está integrado por empresarios que prosperaron al calor de su gestión. El más relevante es su amigo Raúl Castaño, el operador más influyente del rovirismo en materia de medios de comunicación. De profesión contador, Castaño maneja el engranaje político y mediático del Frente Renovador de la Concordia: controla el multimedio más importante de la provincia, Multimedios SAPEM, que incluye Canal 12, la señal con mayor llegada en el territorio misionero, la Radio LT17 y el canal de Youtube La Casa del Streaming. Además, Castaño suele colaborar en el armado de las listas electorales, articula con cámaras empresariales y actúa como gestor de crisis, especialmente en momentos de conflicto, como las protestas policiales y docentes de este año. Desde esa estructura, asegura el blindaje comunicacional del oficialismo y opera como herramienta disciplinadora frente a opositores o aliados díscolos. En materia de negocios, uno de los casos más resonantes del último año fue la inauguración de una planta elaboradora de herbicidas que pertenece a una empresa llamada Agrosustentable SA. Este emprendimiento es de Joaquín Basanta, un empresario amigo de Ramiro Rovira, el hijo del mandamás misionero. Esta firma se convirtió en proveedor privilegiado del Estado con un bioherbicida llamado «Bioherb» que fue distribuido gratuitamente a productores rurales para reemplazar al glifosato. Sin embargo, el producto resultó ineficaz y potencialmente tóxico. El caso fue denunciado por el portal Bichos De Campo y el escándalo derivó en una causa judicial, que terminó archivada. El día de la inauguración, Rovira participó del acto junto a su hijo. Rovira Jr. y Basanta compartían, según el registro de marcas del INPI (Instituto Nacional de la Propiedad Industrial), la propiedad de la marca Incertidumbre, creada para una empresa organizadora de eventos. A partir del escándalo que significó la publicación de esa información, Ramiro Rovira y Basanta cedieron su parte al tercer socio Saúl Antebi Sacca. En el parque empresarial de Posadas, donde se inauguró la planta de Agroindustrial, también funciona la fábrica del hijo de Rovira, una marca de ropa y accesorios llamada Dignos, que cuenta con un local en Palermo. En Misiones fabrica los armazones de los lentes, la vedette de la tienda. En su Instagram Ramiro Rovira posteó unos lentes de su marca en los que en la parte interior de la patilla se lee: «Handmade for Mr. CER», las iniciales de su padre.
Parisino. La hija del jefe misionero también se dedica al diseño de moda, pero en el exterior. Se mudó a París, Francia, donde abrió un local súper exclusivo de su marca Mima en la calle Rue du Faubourg Saint-Honoré, justo detrás del Palacio del Eliseo, la Casa de Gobierno de la Presidencia de Francia. Rovira tiene un vínculo especial con París. Durante su intendencia fue distinguido con la medalla Caballero de la Legión D’ Honneur de Francia. En Misiones saben que, cuando no está en la provincia, está en París, paseando por la avenida des Champs-Élysées. Eso suele suceder de noviembre a abril.
Los hijos de Rovira tienen una consultora llamada Eternal SA inscripta en Misiones. Un dato llamativo sobre el estrecho vínculo entre la familia Rovira, los negocios y el Estado: todas las empresas deben inscribirse en la Dirección General de Personas Jurídicas y Registro Público, una suerte de Inspección General de Justicia. Las oficinas de esta dirección funcionan en Roque Perez 2398, de la ciudad de Posadas. Según la Municipalidad de Posadas, ese inmueble -un edificio de cinco pisos- está a nombre de Martha Rovira, la hermana del zar misionero. Además, en ese edificio funciona la empresa Compañía Misionera de Seguridad, propiedad de Fernando Sierra, marido de Martha y cuñado de Rovira. Todo en familia.
La trama de negocios también incluye a Alegra Med, una empresa de medicina online que provee turnos y servicios de salud a toda la provincia mediante una app obligatoria. Su dueño, Augusto Marini, también conoce a Ramiro Rovira a través de Joaquín Basanta, de Agroindustrial, porque Marini y Basanta tienen una empresa llamada IWP SA, dedicada a la comercialización de agua. Marini, por su lado, es dueño del canal de streaming Carajo, el house organ libertario manejado por “El Gordo Dan”.
A pesar de ser hincha de Boca, Rovira tiene buena relación con la dirigencia de River. En 2021 le dio un contrato para gestionar el cobro de impuestos a la empresa Think Solutions, vinculada a la dirigencia del club River Plate.
En la política nacional, Rovira se ha mostrado como un hábil equilibrista. Supo tejer alianzas con todos los gobiernos nacionales, desde Kirchner hasta Milei, adaptándose a los vientos de cada época. Logró construir una fuerza provincial que es envidiada por sus pares de otras regiones y una fórmula dialéctica para alinear a la tropa. Rovira no habla de rovirismo. Habla del misionerismo para evitar rótulos partidarios. Así, unifica el sentimiento provincial de quienes miran Buenos Aires con recelo. El hombre detrás del escándalo de Ficha Limpia vive en una mansión fortificada sobre el río Paraná, con custodia privada, calles cerradas y una amarra personal. Por las noches ve las luces del Paraguay que asoman en el horizonte. Su legado, aún sin un heredero visible, se sostiene por la mezcla precisa de control institucional, lealtad forzada y negocios privatizados desde el poder. Es el último señor feudal.