La Unión Industrial Argentina (UIA) inició el recambio de autoridades, que también implicará una renovación en sus cuadros de dirigentes con el arribo a la Presidencia del empresario Martín Rappallini, de 56 años, quien reemplazará al casi octogenario abogado laboralista Daniel Funes de Rioja. El arribo del bonaerense contará con un respaldo categórico de las grandes corporaciones industriales del país, y ese gesto quedará plasmado con el guardaespaldas David Uriburu (Presidente Institucional del Grupo Techint y hombre cercano al magnate del acero, Paolo Rocca), quien será el primer vicepresidente de la mesa chica de la UIA. Una vez más, una sola mujer integrará el Comité Ejecutivo de la entidad fabril.
Rappallini, accionista del Grupo Alberdi y referente de la Red de Parques industriales, presentará licencia a la jefatura de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA), desde donde construyó un poder que lo entronó en el máximo escalafón de la gremial-empresaria fabril más poderosa del país y una de las entidades de mayor peso político en el escenario local. La coronación llegó a partir de una lista de unidad sin grietas entre los asociados regionales y sectoriales, aunque con feroces internas en dos lugares claves; y su comandancia fue testeada por más de un año, sin ofrecer resistencia por ningún grupo que quisiera disputar en elecciones ese cargo.
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La nómina completa iba a ser presentada en los próximos días, pero la entidad se apresuró y decidió difundir un comunicado de prensa desordenado con la nómina entera, en una estrategia que buscó desactivar interpretaciones periodísticas. La nueva amalgama mostró renovación y continuidad. Según pudo saber PERFIL, la gestión de Rappallini estará marcada por la multiplicación de propuestas para el sector, que deberán contemplarse en un plan industrial. Así, dejará que sea el gobierno de Javier Milei el que decida si ubica a la UIA en la vereda opositora o si comienza a contemplar a los industriales adentro de la agenda que el ministro Luis Caputo diseñó para la tercera etapa de modelo, inaugurada con el levantamiento parcial del cepo cambiario y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Una lista de peso, para respaldar la renovación
La presencia de Uriburu en la primera línea de sucesión se asemeja al rol que supo ocupar Luis Betnaza, quien supo ser el alter ego de Rocca en la UIA durante décadas. El ingeniero estuvo involucrado en el armado de la lista de unidad y, quedó al borde del trono por orden directa del presidente y CEO del Grupo Techint. Sucede que el industrial ítalo-argentino decidió sacar a la T de las sombras y comenzó a mostrar a sus alfiles al frente de un tablero que aparece complejo para la actividad fabril en todas las cadenas de valor. Por caso, la vacante de Rappallini en provincia de Buenos Aires será ocupada por Alejandro Gentile, director en Techint y también flamante vocal del nuevo Comité de Presidencia de la UIA.
La preponderancia del grupo (que tiene negocios centrados en el acero, pero que también es fuerte en Vaca Muerta y en distintos sectores claves de la energía) no es en soledad. La nueva lista que lidera Rappallini comprende a actores de distintos sectores, como la Coordinadora de Industrias de la Alimentación (Copal), que puso a Martín Cabrales en el cuadro de los vicepresidentes, como una de las novedades de la conformación de la UIA. O la poderosa azucarera Ledesma, que sostuvo en la Secretaría a Eduardo Nougués.
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Los laboratorios nacionales fueron otros de los ganadores de los escalafones renovados de la central fabril. Sucede que Isaías Drajer, un histórico en el cuadro de la dirigencia gremial-empresaria y representante de Laboratorios Elea (uno de sus dueños es Hugo Sigman), dejó la Tesorería y se subió a una de las vicepresidencias sectoriales. Y el director ejecutivo de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA), Eduardo Franciosi, ocupará el lugar vacante que dejó el dueño de Sinteplast, Miguel Ángel Rodríguez, en representación de la Unión Industrial de la Ciudad de Buenos Aires (UICBA).
Rappallini tendrá otro ladero clave en la Tesorería: el bonaerense Silvio Zurzolo, de la Asociación De Industriales de la provincia de Buenos Aires (Adiba), con quien se asoció en la representación del territorio más fabril de la Argentina durante sus dos períodos de mandato y, juntos, lograron ocupar lugares de poder en la UIA. Rodrigo Pérez Graziano, el director en el grupo Stellantis, también tiene presencia en provincia de Buenos Aires, ya que es tercero en la línea de sucesión en UIPBA; pero mantendrá su cargo de vicepresidente en la entidad madre por medio de la cámara que agrupa a las terminales automotrices (Adefa).
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El cuadro del Comité de Presidencia se completará con la permanencia del textil Luis Tendlarz (Unión Industrial de Catamarca); el santafesino Guillermo Moretti (FISFE); el metalúrgico Elio Del Ré (Adimra), quien ocupará la Vicepresidencia Pyme; y Modesto Magadan (Arcor), en representación de Córdoba, ocupó el lugar vacante ante la salida de Adrián Kaufmann Brea, histórico representante de la alimenticia de Luis Pagani, quien supo ser presidente en el final del gobierno de Cristina Kirchner y durante los dos primeros años de la gestión de Mauricio Macri. Su sucesor, Miguel Acevedo (integrante de la familia Urquía, que controla Aceitera General Deheza, una de las alimenticias y exportadoras más importantes del país), también deja la UIA en este período.
El resto del Comité Ejecutivo se compone con Walter Andreozzi (FISFE), Roberto Arano (Unión Industrial de Tucumán), Mauricio Badaloni (Unión Industrial de Mendoza), Miguel Calello (Adiba), Marcelo Domínguez Molet (AFAC), Claudio Drescher (Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria), Gonzalo Fagioli (Unión Industrial de Corrientes), Diego Leal (Unión Industrial de San Luis), Franco Mignacco (Cámara de la Minería), Cecilia Rena (Copal), Héctor Sellaro (Calzado), Daniel Urcía (Unión Industrial de Córdoba) y Javier Viqueira (Adimra).
Jóvenes industriales lanzaron nuevo movimiento y le metieron tensión al cierre de listas de la UIA
Si bien es cierto que la lista de unidad que consagró a Rappallini se alcanzó sin chispazos internos en la casa mayor, las tensiones se dejaron ver en algunas cámaras asociadas. Por caso, la sucesión de Rodríguez en CABA iba a quedar en manos de su hija, Marysol Rodríguez, según confesaron a PERFIL conocedores de la confección de las listas. Esa participación se iba a concretar, a pesar de la disputa que se desató en la UIA Joven en diciembre pasado, cuando la integrante de la tercera generación de dueños de Sinteplast dejó la Presidencia de ese departamento e intentó dejar sucesión, pero que el Comité de Presidencia vetó y dictó su propio armado.
Sin embargo, el lanzamiento del Movimiento Industrial (MI) que encabezó Marysol Rodríguez, junto a Tomás Karagozian y los jóvenes desplazados de la UIA Joven, desarmó cualquier acuerdo, según admitieron fuentes territoriales que estuvieron en el debate interno. Para los díscolos fue “la excusa”. Otro caso similar podría haber sucedido con Miguel Zonnaras, presidente de la alimenticia Georgalos y saliente vocal de la UIA, quien era considerado como el sucesor natural de Kauffman Brea por Córdoba. Pero el joven empresario decidió de antemano poner en stand by su actividad en la gremial-empresaria para atender cuestiones familiares, según pudo saber este medio. Ese cargo fue el único que la nueva conducción le puso un cepo e intentó guardar hasta último minuto.