La suba de aranceles dispuesta este sábado por Estados Unidos puso en estado de alerta a las principales empresas en Argentina. Después del viaje de Javier Milei y Luis Caputo a Miami sin poder obtener una foto con Donald Trump, la industria y el agro continuarán las gestiones iniciadas con el gobierno para mitigar el impacto de las medidas adoptadas por el presidente norteamericano.
La mirada está puesta en las negociaciones con la gestión de Trump para avanzar en un acuerdo comercial de aranceles cero para una lista de 50 productos. Varios sectores quieren sumarse a las excepciones después que Estados Unidos fijara un arancel del 10% a la Argentina, el mínimo a nivel global aunque el mismo que le aplicó a Colombia, Chile y Brasil.
«Es el 10% para todo, ahora hay que pensar un acuerdo comercial que asegure la oferta exportable«, señalaron en la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL). El tema se habló en la reunión que mantuvo el Canciller Gerardo Werthein el 27 de febrero con la titular de COPAL, Carla Bonito, y el presidente del Consejo Agroindustrial Argentino, José Martins.
La guerra comercial y su impacto en Argentina también fue analizada en una reunión el jueves pasado entre el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, y la Mesa de Enlace.
Werthein ya se comprometió ante los funcionarios a revisar las trabas que según EE.UU. aplica Argentina a sus productos, como aranceles, prohibición y restricción de importaciones, barreras sanitarias y fitosanitarias, derechos de propiedad intelectual e impuestos. Luego de eliminadas esas trabas se sentarían a negociar que se levante el 10% y un acuerdo comercial más amplio, pero no de libre comercio.
Después de los anuncios de Trump, que continúan impactando en los mercados, el 54% de los productos argentinos están alcanzados por el arancel de 10%. Luis Caputo estaría detrás de la elaboración del listado para excluir de los aranceles a los productos más exportados a Estados Unidos, como carne, vinos, camarones, porotos de soja, junto con aluminio y acero, ya que el petróleo, oro, plata y sus derivados quedaron exceptuados.
«La lista la elaboró el Ministerio de Economía sobre la base de los bienes más exportados a Estados Unidos pero eso no significa que sean aceptados. Hay que ver cómo se inicia la negociación y el primer punto que pide Estados Unidos es responder a los temas que el gobierno Argentino debe resolver rápido, sino no habrá negociación de los 50 productos», dijo una fuente del sector agroexportador.
En el sector alimenticio, apuestan a que el listado oficial incluya lácteos, carnes, panificados, golosinas, bebidas, alcohol, conservas, aceite y harina de soja, limón, jugo de limón, maní, la pasta al maní y azúcar, entre otros productos. Pero dentro de la UIA aseguran que el gobierno prioriza la excepción de 180.000 toneladas del acero y aluminio, hoy afectadas por aranceles del 25% y que equivalen a US$ 600 millones anuales.
Entre otros puntos, la gestión de Trump se queja de que Argentina «ha prohibido la importación de ganado vivo estadounidense desde 2002″ y el déficit comercial de Estados Unidos de US$ 233 millones en ese rubro con Argentina. Mientras tanto, la guerra ya impactó a nivel local con la baja del petróleo, la soja y la suba del riesgo país.