Para este lunes 17 de febrero estaba programada la audiencia preliminar del juicio que investiga la complicidad empresarial en una decena de secuestros y desapariciones forzadas en torno al ingenio La Fronterita. Finalmente por una decisión judicial se suspendió la audiencia preliminar y no hay certezas aún de una próxima fecha.
Esta instancia preliminar es un paso importante donde iban a definirse las modalidades de las audiencias del juicio a empresarios del grupo empresario José Minetti y Cía por su complicidad con delitos de lesa humanidad. Este causa es importante porque se trata del primer juicio a empresarios en una provincia donde su complicidad con el genocidio comenzó durante el Operativo Independencia en 1975 y continuó con la dictadura tras el 24 de marzo de 1976.
Como parte de las actividades por el 50° aniversario del Operativo Independencia, organismos de derechos humanos realizarán este lunes 17 una concentración en la sede del Tribunal Oral Federal de San Miguel de Tucumán, con actividades entre las 9 y 12.
La decisión judicial es un guiño a la impunidad de los empresarios en una causa judicial que ya lleva 10 años. La decisión judicial es funcional al “Punto Final biológico” que asegura la impunidad de los procesados al ser apartados por razones médicas o directamente fallecer sin ser juzgados. En la causa del ingenio La Fronterita, de los seis procesados en un principio, solo dos empresarios llegan al banquillo de los acusados. Se trata de Jorge Alberto Figueroa Minetti y Eduardo Butori, ya que otros tres acusados fallecieron y uno fue apartado por su estado de salud.
Esta dilación también afecta a sobrevivientes y testigos en una causa que reúne los casos de 68 víctimas. Entre ellas se encuentran 7 personas que fueron víctimas de desaparición forzada y 19 que fallecieron; mientras que de las 28 víctimas que se tienen datos certeros, 11 tienen más de 70 años. Casi la mitad de los testigos ofrecidos por el Ministerio Público Fiscal Federal son mayores de 70 años.
La participación empresaria en el genocidio
El ingenio La Fronterita se encuentra ubicado en el departamento de Famaillá, a cuarenta y cinco kilómetros de San Miguel de Tucumán. Fue propiedad de la Sociedad José Minetti y Cía desde 1923 hasta 2016, cuando fue adquirido por Arca Continental (embotelladora de Coca-Cola). A partir del Operativo Independencia, en el predio del ingenio funcionó un espacio como centro clandestino de detención, siendo uno de los tantos ejemplos de participación empresaria en el genocidio. El papel empresario además implicó la realización de tareas de inteligencia, facilitando listados, información y fotografías de los trabajadores del ingenio que debían ser secuestrados (a veces desde las propias colonias del ingenio).
El grupo Minetti tenía como objetivo descabezar al activismo fabril y a la comisión directiva del sindicato del ingenio, que había sido recuperada por sectores combativos y tuvo un rol destacado en la huelga general de la FOTIA en 1974. Luego de avanzar sobre la organización obrera se abocó a sus planes de aumentar sus ganancias por la vía de la intensificación de los ritmos de trabajo, la introducción de cosechadoras integrales y despidos masivos.