El informe difundido por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) sobre los Objetivos y Planes para el 2025, antes del inicio del ejercicio anual, detalla las metas de la entidad presidida por Santiago Bausili: flexibilización del tipo de cambio, eliminación de controles cambiarios, reducción de la inflación y control de liquidez, entre los puntos más destacados. Sin embargo, advierte que la salida del cepo depende de otras variables que aún no se alcanzaron.
De acuerdo con la obligación establecida en el artículo 42 de su Carta Orgánica, el BCRA redactó un documento con propósitos y estrategias en política monetaria, cambiaria, financiera y crediticia para el año próximo. “Durante 2025 el BCRA continuará abocado a su misión fundamental de seguir consolidando la baja de la inflación”, afirma como punto de partida. Luego aplaude el cierre de “las fuentes de expansión primaria de dinero fiscal y de intereses pagados por el regulador monetario”, pero avisa que las condiciones para levantar las restricciones a la compra de dólares continuarán hasta que estén dadas las condiciones macroeconómicas. En este sentido, el Central anticipa que continuará fomentando lo que denomina libre competencia de monedas.
Respecto al tipo de cambio, la entidad detalla que la desaceleración inflacionaria permitirá «ajustar el deslizamiento del tipo de cambio y, eventualmente, ir a un esquema de mayor flexibilidad del tipo de cambio, una vez que las expectativas de inflación se encuentren bien ancladas y que el superávit fiscal cumpla con plena potencia su rol de ancla fundamental de la economía». Asimismo, puntualiza que requiere de inversiones y entrada al crédito que vendrán dados en la medida que se consolide el esquema macroeconómico vigente. La baja del riesgo país, indica, posibilitará que el Tesoro Nacional «vuelva a ganar acceso a los mercados internacionales de deuda para financiar el rollover de los vencimientos de capital».
En otro párrafo, el organismo reitera la necesidad de recomponer las reservas internacionales netas y sanear su balance para acceder a endeudamiento, por ejemplo con el FMI, de tal manera que se acreciente la posibilidad de suprimir la restricción a la compra de dólares: «A medida que se cumplan ciertas condiciones, se podrá avanzar en la eliminación de los controles cambiarios y de capitales aún vigentes y, luego de un proceso de normalización ordenado, en la unificación definitiva del mercado de cambios. Un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) o un acuerdo con inversores privados podría permitir una solución definitiva más pronta para el problema heredado de los stocks del Banco Central».
En los últimos días, la institución viene perdiendo reservas. La especulación en el mercado es que Toyota habría solicitado este jueves la entrega de 780 millones de dólares, saliendo del esquema de carry trade. El caso puede convertirse en testigo y traccionar a otras compañías que son parte del mismo esquema.
Sobre la expansión del crédito privado, la entidad proyecta que se continuará ampliando en 2025 por la reducción de la inflación y el crecimiento de la actividad económica «de la mano de la gradual maduración del esquema vigente de incentivos a la inversión (RIGI) y la paulatina eliminación de trabas y regulaciones distorsivas«. En 2024 los préstamos a familias y empresas sumieron alrededor de 220 por ciento, con una inflación acumulada de 12 por ciento. En los últimos seis meses, los hipotecarios aumentaron 80 por ciento en términos reales motorizados por los UVA.
En este contexto, el BCRA plantea que continuará orientando sus políticas, la regulación y supervisión del conjunto de entidades para «promover la estabilidad financiera» y avanzar con el objetivo de la fase 3: “un esquema de mayor libertad económica y financiera sin desatender los rasgos macroprudenciales que tiene la regulación vigente”.
La entidad, que entre sus funciones tiene a cargo la de organizar el sistema de pagos del país, anunció que seguirá incentivando la utilización de nuevos mecanismos de pago, con la finalidad de «mejorar la competencia entre los actores del mercado, las opciones de pagos electrónicos y su seguridad, redundando en una mejor experiencia de los usuarios». En ese marco, se realizarán las adecuaciones a las distintas modalidades de transferencias del programa “Transferencias 3.0” y a otros instrumentos de pago electrónicos como débitos directos, débito inmediato (DEBIN) y los cheques generados por medios electrónicos (ECHEQ). De igual manera, sostendrán las medidas para efectivizar la interoperabilidad plena en los distintos niveles del ecosistema tanto en pesos como en otras monedas.
El sistema financiero será abordado por el Central de acuerdo a «las mejores prácticas a nivel global», en particular las establecidas en el Marco de Basilea IV. Será mediante el diseño de un esquema normativo nacional que contemple “las características locales tales como los modelos de negocio de las entidades financieras o la materialidad de los riesgos” asociados a las particularidades de los métodos internacionales.
Pagos del transporte público con QR
Entre otros puntos, el BCRA junto con la Comisión Interbancaria para los Medios de Pago de la República Argentina, buscará implementar de manera gradual el pago del servicio de transporte a través de códigos QR. Al principio se establecerá la posibilidad de abonar con dinero en cuenta y, en etapas posteriores, con tarjeta a partir de códigos. Según afirma, la estandarización del sistema de billeteras y transporte a nivel nacional tiene el propósito de simplificar los pagos para que el Viaje con Transporte (VCT) pueda ser utilizado sin requerir integraciones bilaterales y/o adecuaciones, de acuerdo a lo comprendidos en el Decreto 698/24.
«Una vez implementadas las definiciones señaladas, los usuarios de las billeteras digitales interoperables inscriptas en el registro del BCRA que deseen ofrecer el servicio de pago en transporte iniciados con códigos QR podrán pagar exhibiendo en sus aplicaciones en todos los servicios de transporte del país, independientemente de quien ofrezca o lea el código QR garantizando la interoperabilidad requerida en el decreto citado», remarca el informe.
En relación a los ECHEQ difundió además que persistirán en el trabajo conjunto con las entidades financieras para optimizar el servicio a los clientes bajo la propuesta de que incluyan emisión, gestión y cobro por medio de la banca móvil.
Finalmente, el documento resume que el BCRA mantendrá el acompañamiento en políticas impulsadas por el Gobierno central que impacten en el sistema nacional de pagos, como las vinculadas a propinas digitales, pagos locales en moneda extranjera, creación de cuentas especiales de regularización de activos y operatoria asociada y prevención de la ludopatía.
En la actualidad, de acuerdo con la forma de cálculo del FMI, las reservas de Argentina están en negativo y, sin esa solvencia, en 2025 el país deberá afrontar vencimientos por más de 25.000 millones de dólares que abarcan deuda de la Nación, las provincias y las empresas.