miércoles, 8 enero, 2025
InicioSociedadNegar, destituir, postergar. Los impactos de Luigi Mangione en la sociedad estadounidense

Negar, destituir, postergar. Los impactos de Luigi Mangione en la sociedad estadounidense

El asesinato del CEO de United Healthcare, la mayor aseguradora de salud de los Estados Unidos, fue noticia en los medios de diversos países. Sin embargo, a diferencia de un asesinato “normal”, no fue Brian Thompson, el CEO asesinado, quien recibió la simpatía del público que sigue el caso. Tampoco su familia.

Quien ha recibido apoyo y atención es Luigi Mangione, el supuesto asesino, quien habría matado a Thompson impulsado por los problemas que enfrentó durante su tratamiento de salud, problemas ocasionados por la aseguradora.

Aunque la acción de Mangione pueda parecer aislada, los actos individuales de violencia no son una estrategia nueva cuando se trata de revueltas sociales. A lo largo de la historia, personas comunes, radicalizadas por experiencias de opresión, han recurrido a la acción directa como un medio para visibilizar injusticias estructurales. Mangione representa un nuevo capítulo en esta tradición de respuestas desesperadas frente a sistemas percibidos como inamovibles.

United Healthcare, por sí sola, es responsable directa de unas 70.000 muertes anuales, causadas por la negativa de tratamientos médicos esenciales. Esta cifra no incluye a las personas que son rechazadas por tener enfermedades preexistentes, quedando completamente desprovistas de cualquier tipo de cobertura. Tampoco incluye las muertes por complicaciones derivadas de enfermedades relacionadas con la cobertura insuficiente de medicamentos e insumos. Por ejemplo, miles de personas se ven obligadas a “racionar” insulina debido a los altos precios y a que la aseguradora no cubre el costo total del tratamiento.

Manifestantes en apoyo a Luigi Mangione durante una de las audiencias celebradas

Si sumamos las muertes evitables causadas por otras aseguradoras, el número supera al de los países en guerra.

Entender el verdadero significado de esta muerte y, sobre todo, la reacción de la sociedad ante el supuesto asesino, es fundamental para analizar la situación estadounidense y mundial.

¿Es Luigi un héroe para quienes luchan contra el opresivo sistema de salud estadounidense, el inicio de un cambio tan necesario de mentalidad? ¿O solo un síntoma puntual de la frustración y desesperanza características de un mundo atomizado?

¿Ideología o un lobo solitario?

Hasta entonces, Luigi era un “estadounidense promedio”, pero fue radicalizado por su experiencia personal con una aseguradora de salud. Uno entre miles que sufren y mueren al ver sus tratamientos denegados o postergados por esta máquina de lucro que solo es superada por la industria bélica.

Sin embargo, no parece que estuviera afiliado a ningún grupo o partido político ni que tuviera una ideología claramente definida. Desde el asesinato, su fuga y posterior captura, su vida ha sido objeto de numerosos análisis e investigaciones, que muestran que realmente era ese “estadounidense promedio”.

Sus intereses fueron examinados a través de las redes sociales y otros rastros digitales. Dependiendo de la información analizada, es posible atribuirle cualquier espectro político, desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha, pasando por posturas ambientalistas. Era una persona con intereses variados: leía sobre el dolor, pues sufría de problemas crónicos de columna, investigaba cuestiones relacionadas con la masculinidad, temas ambientales, entre otros.

Finalmente, tampoco parece que la muerte de Thompson haya sido parte de un plan mayor o que involucrara a otras personas. Fue planeado y ejecutado únicamente por Luigi.

Podemos afirmar, entonces, que no era un hombre guiado por una ideología fuerte, sino alguien que actuó de forma aislada, impulsado por su experiencia personal. Esto no minimiza el impacto de la muerte del CEO ni la reacción de la población estadounidense.

También te puede interesar: Ganó Trump. ¿Ahora qué?

Terrorismo individual y organización política de masas

Luigi Mangione así como Aleksandr Uliánov, hermano mayor de Vladímir Lenin, son ejemplos de individuos que, enfrentados a sistemas de opresión, recurrieron a la violencia individual como herramienta para buscar justicia social. Aunque sus contextos históricos y motivaciones difieren, ambos representan respuestas a estructuras percibidas como inquebrantables. 

Aleksandr Uliánov fue un estudiante brillante, miembro de una familia intelectual y líder de un grupo revolucionario en la Rusia zarista. Motivado por el rechazo a la autocracia, participó en una conspiración para asesinar al zar Alejandro III, creyendo que un acto heroico y decisivo podría desestabilizar al régimen y abrir camino a una transformación social profunda.

Sin embargo, este atentado fallido, que lo llevó a la horca en 1887, evidenció las limitaciones de la violencia individual: su impacto fue efímero y no logró inspirar el cambio sistémico que buscaba. 

De manera similar, el caso de Luigi Mangione pone de manifiesto la frustración y desesperanza que pueden llevar a una persona a actuar de manera aislada.

Si bien tales actos pueden visibilizar problemáticas sociales urgentes, no son suficientes para generar cambios estructurales. La historia muestra que las transformaciones duraderas requieren organización colectiva y conciencia política de las masas, algo que no puede lograrse desde el aislamiento individual. 

Un crimen político

Según el fiscal de Manhattan, este no fue un asesinato común, sino un acto destinado a generar “terror”. En otras palabras, terrorismo.

En el estado de Nueva York, la legislación define el crimen de terrorismo como cualquier acto cometido con la intención de intimidar o coaccionar a una población civil o de influir en la política gubernamental mediante intimidación o coerción.

Ante esta clasificación, surgen dos preguntas clave: ¿Quién era la población objetivo de Luigi Mangione? ¿Qué política del gobierno buscaba influir?

“Negar, destituir, postergar”, palabras inscritas en los cartuchos de las balas usadas por Mangione, representan la esencia de las políticas de las aseguradoras de salud en Estados Unidos. Así, acusar a Mangione de terrorismo implicaría que la perversa forma de operar de estas empresas está, de alguna manera, vinculada al gobierno.

El objetivo civil del acto de Mangione también es claro: los empresarios que lucran con la desgracia de quienes más lo necesitan. No les importan las consecuencias de negar o retrasar un tratamiento, como en el caso de las aseguradoras de salud. Solo les importa el lucro.

Siguiendo esta lógica, el crimen político no fue cometido por Luigi Mangione, sino por quienes permiten que miles de personas mueran por causas evitables cada año.

En resumen: la acusación de terrorismo significa que el gobierno protege a estas empresas y avala sus políticas.

También te puede interesar: El significado de Trump

Posibles consecuencias

La muerte de Brian Thompson, por si solo, no resolverá el sistema corrupto de salud estadounidense ni devolverá la vida a las miles de personas que murieron debido a las políticas perversas de United Healthcare. Pero su asesinato envía un mensaje claro: incluso los más poderosos pueden caer. Por años, Thompson encabezó una empresa que decidió quién vive y quién muere, basada únicamente en las ganancias. Ahora, alguien decidió que era su turno de enfrentar las consecuencias. 

Además, la acusación de terrorismo ha abierto debates importantes sobre el papel del Estado en esta situación. ¿Es simplemente un espectador pasivo que permite que las aseguradoras lucren con vidas humanas? ¿O es, en realidad, un cómplice activo al proteger y legitimar políticas que condenan a miles de personas a morir por falta de atención médica adecuada?

También te puede interesar: Avance hacia un nuevo reagrupamiento internacional. Acto de la LIS, junto a la OTI y la L5I

Es posible que Luigi sea un indicio de que la farsa del sueño americano, vendido tanto a extranjeros como a los propios ciudadanos del país, esté desmoronándose. En ese caso, podría ser el inicio del cambio tan necesario para Estados Unidos y el mundo.

¿Qué falta para que esto ocurra? Organización, compromiso y, como siempre, conciencia de clase.

Marcela Gottschald

Más Noticias