Madrid, 1 nov (EFE).- El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a dos meses y quince días de prisión a un sargento del Ejército de Tierra destinado en Ceuta por tratar de impedir la boda de un soldado una hora antes del enlace, ordenándolo que se pusiera a trabajar.
Los hechos ocurrieron en julio de 2022. El día 7, el soldado, que estaba de maniobras en Valencia, recibió una llamada que le informaba de que le habían dado cita en la notaría de Ceuta para casarse el día 13 a las 12 horas.
De inmediato, trasladó la noticia a sus superiores, quienes le dijeron que esperase la conclusión de las maniobras y el regreso a Ceuta a fin de tramitar el correspondiente permiso por matrimonio que legalmente le correspondía.
Ya en la base, acudió a la oficina para tramitar la solicitud de permiso por matrimonio del 13 al 27 de julio, que entregó al brigada y este a su vez al teniente coronel, quien dio el visto bueno y autorizó el permiso, de lo que se informó al sargento primero.
Pero al día siguiente, el sargento comprobó que el soldado no estaba presente porque contraía matrimonio ese mismo día, por lo que ordenó a un subordinado que se pusiera en contacto telefónico con el soldado y le ordenase que se personase de inmediato en la unidad.
Ante la llamada del cabo a las 10:30 horas, que se hizo en presencia del sargento, el soldado le reiteró que se iba a casar y que no podía ir, si bien el cabo le insistió y este accedió.
Quince minutos después, y a una hora de su enlace, insistió al sargento que se iba a casar y que estaba autorizado por el teniente coronel, ante lo cual el sargento le dijo que se cambiase de uniforme y se pusiera a trabajar en reiteradas ocasiones.
En un estado de nerviosismo y ansiedad, el soldado fue a hablar con el teniente coronel quien ante el asombro de ver que el soldado se encontraba en la unidad le dijo que se marchase y que se casara, que estaba todo en regla.
El Tribunal Militar Territorial Segundo condenó al sargento a dos meses y 15 días de prisión por un delito de extralimitación en el ejercicio del mando con la concurrencia de la atenuante muy cualificada de reparación del daño así como al pago de una multa de 500 euros por los daños morales causados.
Pero el sargento recurrió alegando que no tenía conocimiento de que el soldado estaba autorizado para casarse, y que cuando dicho soldado se personó en la unidad alegando tener permiso del teniente coronel, se limitó a decirle que se cambiase de uniforme para ir a verle y aclarar la situación y, no para ponerse a trabajar.
Sin embargo, la sala no da credibilidad a su versión y sí a las del soldado, que se ha mantenido siempre «firme» en su versión de los hechos «de forma coherente», corroborada por los demás testigos. EFE