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Saul Canelo Álvarez vs Jaime Munguía: el campeón que se vistió de empresario y el retador que se sacó la grande chocan en Las Vegas

Durante semanas, la bola blanca estuvo rebotando en los bordes de varias casillas, que no eran 37, pero sí muchas más que las habituales en estas situaciones. Hasta que el plato dejó de girar, la esfera se detuvo y el mexicano Jaime Munguía se hizo acreedor al premio mayor: la chance de enfrentar a su compatriota Saúl Canelo Álvarez este sábado en el T-Mobile Arena de Las Vegas por el reinado indiscutido de los supermedianos (transmitirá ESPN desde las 21). Como nunca en su carrera, el boxeador más taquillero del mundo tuvo que trabajar intensamente como empresario antes de ponerle la firma a este compromiso y así asegurarse otro cheque lleno de ceros.

A los 33 años, con una fortuna de la que gozarán varias generaciones de Álvarez, instalado en la elite de los deportistas mejor pagos del planeta (Forbes lo ubicó quinto en su último ranking, con ingresos por 110 millones de dólares entre el 1 de mayo de 2022 y el 1 de mayo de 2023), con una cartera diversificada de inversiones y convertido en promotor de sus peleas, el pelirrojo está en una posición inmejorable en un deporte en el que un nombre potente como el suyo es más importante que cualquier título mundial y es capaz de tachar, corregir o reescribir casi todas las reglas.

Eso le permite, entre otras cosas, seleccionar a sus adversarios sin prestar demasiada atención a las obligaciones que, en los papeles, tendría que cumplir con los organismos que lo reconocen como monarca. Nadie lo tiene más claro que él. “Yo puedo enfrentar a cualquier peleador y me gano mi buen dinero, Yo puedo hacer lo que quiera en este momento. Y me lo merezco porque hice todo en mi carrera. Me merezco estar en esta posición, así que voy a hacer lo que quiera”, reconoció hace un par de semanas sin que sus mejillas adquirieran una tonalidad parecida a la de su cabello.

Canelo es el campeón indiscutido de las 168 libras desde el 6 de noviembre de 2021, cuando noqueó al estadounidense Caleb Plant y se apoderó del cinturón de la Federación Internacional de Boxeo, el único de los cuatro que le faltaba. Desde entonces, fue eludiendo elegantemente a los principales aspirantes de esa división con el aval de los organismos rectores. De ello puede dar cuenta el cubano William Scull, quien es es el número uno del ranking de la FIB desde junio de 2022. En los 23 meses que transcurrieron desde entonces, nadie planteó siquiera que tuviera su chance ante Álvarez ni amagó con despojar al mexicano.

El otro hombre que ha esperado infructuosamente su turno es aquel al que la mayoría de los especialistas quiere ver frente a frente con el mexicano: el estadounidense David Benavídez, número uno del ranking supermediano del Consejo Mundial de Boxeo desde septiembre de 2020 y campeón interino reconocido por ese organismo desde mayo de 2022. El peleador nacido en Phoenix recurrió a todas las estrategias para lograr su chance: pidió, rogó, exigió, hizo berrinche, vilipendió a su potencial adversario. Ninguna le dio resultado.

Saúl Álvarez junto a Eddy Reynoso, su entrenador y manager. Foto: Instagram @canelo.Saúl Álvarez junto a Eddy Reynoso, su entrenador y manager. Foto: Instagram @canelo.

Álvarez aseguró que lo enfrentaría solo a cambio de 200 millones de dólares. Benavídez se lanzó a la aventura de conseguir esa cifra y hasta intentó seducir a Turki Alalshikh, presidente de la Autoridad General de Entretenimiento de Arabia Saudita y hombre fuerte en la nueva Meca del boxeo en Medio Oriente, para que aportara los billetes. Pero entonces el mexicano cambió el discurso y le cerró la puerta definitivamente. “No quiero esa pelea. Sería una situación de perder-perder porque cuando le gane, dirá que fue porque le impuse una cláusula (de rehidratación)”, justificó.

Con Benavídez fuera de juego, fue amplia la baraja de candidatos que durante semanas aspiraron a coprotagonizar la contienda de este sábado, en la que el púgil nacido en San Agustín, en las afueras de Guadalajara, intentará borrar el insípido sabor que dejó su última presentación, en la que se impuso por puntos, sin pena y sin gloria al estadounidense Jermell Charlo, otrora campeón indiscutido de los superwélter.

El nombre de Terence Crawford, uno de los mejores libra por libra del planeta y campeón wélter de la Asociación Mundial de Boxeo, de la Organización Mundial de Boxeo y del CMB, estuvo muy presente en esta lid. Pero la abismal diferencia de peso (hay casi 10 kilos entre el límite de la división wélter -66,678- y el de la categoría supermediano -76,204-) tornó inviable esta pelea, al menos por ahora. Por lo pronto, Crawford ya decidió ascender a superwélter: el 3 de agosto enfrentará al uzbeco Israil Madrimov por la faja de la AMB.

La última presentación de Saúl Álvarez, ante el estadounidense Jermell charlo, resultó decepcionante, más allá de la victoria del mexicano. Foto: Sarah Stier / Getty Images / AFP.La última presentación de Saúl Álvarez, ante el estadounidense Jermell charlo, resultó decepcionante, más allá de la victoria del mexicano. Foto: Sarah Stier / Getty Images / AFP.

Hasta último momento pujó otra vez Jermall Charlo, quien inicialmente iba a ser el rival de Álvarez en septiembre del 2023, pese a que llevaba dos años inactivo (según alegó, por problemas de salud mental), pero se bajó poco antes de que el combate se anunciara, lo que permitió que su hermano Jermell se quedara con esa sortija. Sin embargo, la paupérrima imagen que dejó su gemelo ante Canelo bajó muchísimo la cotización de sus acciones. “La gente no veía muy atractiva esa pelea por lo que pasó con su hermano”, reconoció el mexicano.

En estos conciliábulos, en los que Álvarez se involucró personalmente y hasta el último detalle, también se mencionó al puertorriqueño Edgar Berlanga, número uno del ranking de la AMB, pero no pasó el filtro del dueño de la sartén y del mango (“me lo ofrecieron, pero no es atractivo para mí”, aseguró). Tampoco convencieron el cubano David Morrell, campeón regular supermediano de la AMB (Canelo es reconocido como supercampeón), y el francés Christian Mbilli, segundo en el escalafón de la AMB y en el del CMB.

En este revival de “La danza de la fortuna”, aunque sin Roberto González Rivero como maestro de ceremonias, emergió entonces Jaime Munguía.

El púgil nacido en Tijuana, que fue campeón superwélter de la OMB entre mayo de 2018 y noviembre de 2019, se abrió paso en esta barahúnda de nombres gracias a su última actuación hace poco más de tres meses: noqueó en el noveno asalto al inglés John Ryder, quien en mayo de 2023 había completado de pie los 12 asaltos justamente frente a Álvarez.

Ese triunfo y el que había logrado siete meses antes frente al duro ucraniano Sergiy Derevyanchenko, en una de las mejores peleas de 2023, terminaron de darle impulso a la carrera del invicto Munguía, quien ganó sus 43 combates profesionales (34 por la vía rápida), pero hasta entonces había sido muy cuestionado por la baja vara de oposición que había enfrentado en una trayectoria prolijamente cuidada por Fernando Beltrán, su promotor. A los 27 años, tendrá la chance de oro ante el más famoso de sus compatriotas pugilistas.

La condición de mexicano no es un dato menor en esta historia, puesto que Canelo había repetido varias veces en los últimos años que no enfrentaría a un coterráneo. De hecho, no lo hace desde que batió a Julio César Chávez Jr. en mayo de 2017 en Las Vegas. ¿Qué torció esa voluntad? “Munguía es un peleador respetuoso, que se ha ganado con disciplina y con peleas la posición de estar aquí. Es la pelea perfecta para la gente de México, espero que la disfrute”, justificó el pelirrojo el 19 de marzo, en la conferencia de presentación de la pelea.

Jaime Munguía será el primer mexicano al que Saúl Álvarez enfrentará en siete años. Foto: Golden Boy Promotions.Jaime Munguía será el primer mexicano al que Saúl Álvarez enfrentará en siete años. Foto: Golden Boy Promotions.

Tampoco es azarosa la fecha elegida para el pleito. Será en la víspera del 5 de mayo, una jornada muy importante para la comunidad mexicana avecindada en Estados Unidos: se festeja la victoria en la Batalla de Puebla, en la que las tropas nacionales, comandadas por el general Ignacio Zaragoza, batieron a las fuerzas invasoras francesas en 1862. Este fin de semana es un clásico en la agenda de Álvarez, al igual que el del 16 de septiembre, cuando se celebra la independencia de su país.

Después de tanto trabajo de escritorio, el campeón deberá probar sobre el cuadrilátero que vale lo que cuesta y tendrá que hacerlo ante un rival exigente. Munguía, número uno en el ranking de las 168 libras del CMB y en el de la OMB, es un púgil de presión constante y dueño de una poderosa pegada. El déficit más marcado que evidenció a lo largo de su carrera fue una defensa poco sólida que lo acostumbró a recibir más de lo recomendable. Pero el trabajo junto al legendario entrenador Freddie Roach lo ayudó a mejorar en ese aspecto. La evolución quedó expuesta en la contienda ante Ryder.

Jaime Munguía junto a Freddie Roach, su entrenador. Foto: Golden Boy Promotions.Jaime Munguía junto a Freddie Roach, su entrenador. Foto: Golden Boy Promotions.

El tijuanense será el hombre ante quien Álvarez intentará pagar sus deudas. Las últimas cuatro presentaciones del colorado distaron mucho de ser brillantes. En mayo de 2022, perdió claramente con el ruso Dmitry Bivol en su intento por arrebatarle el cinturón mediopesado de la AMB. Cuatro meses después, venció sin brillar al kazajo Gennadiy Golovkin, quien ya había cruzado la frontera de los 40 años, en una deslucida tercera contienda entre ambos. En mayo de 2023, no pudo noquear a John Ryder. Y en septiembre pasado ofreció un soporífero espectáculo ante Jermell Charlo, quien, nobleza obliga, aportó muy poco para complacer a los espectadores. Ante Munguía deberá mostrar algo más para justificar por qué puede hacer lo que le plazca en este deporte.

La pica entre Canelo y De la Hoya

Provocaciones, insultos, empujones y conatos de escaramuzas entre los protagonistas no son elementos atípicos en las conferencias de prensa previas a cualquier gran combate de boxeo. Sin embargo, no es tan frecuente lo que sucedió el jueves, en la antesala de la pelea en la que Canelo Álvarez expondrá el sábado sus cuatro títulos de la división supermediano ante su compatriota Jaime Munguía en Las Vegas: El pelirrojo estuvo a punto de trenzarse en una refriega, pero no con su adversario, sino con Oscar De la Hoya, su expromotor, con quien terminó su vínculo en pésimos términos.

La tertulia en uno de los lujosos salones del MGM Grand había comenzado en paz, con las exposiciones de Tom Brown, presidente de TGB Promotions (la empresa coorganizadora del evento), y de Fernando Beltrán, CEO de Zanfer Boxing y copromotor de Munguía. Pero enseguida el estrado fue ocupado por De la Hoya, quien desplegó una hoja y comenzó a leer.

Durante su soliloquio, aseguró que su labor era apoyar a Munguía, pero que debía responder a los ataques de Canelo. “Parece tener problemas para recordar quién lo ayudó a convertirse en una verdadera estrella mundial. No tengo más que respeto por Canelo Álvarez como boxeador, pero pasó gran parte de los últimos dos meses insultándome en lugar de promocionar esta pelea”, se quejó.

— Premier Boxing Champions (@premierboxing) May 1, 2024

Y recogió el guante sobre los señalamientos vinculados con sus adicciones. “Sí, enfrenté muchos desafíos en mi vida. Sí, estuve en rehabilitación varias veces. Sí, hubo puntos realmente bajos en mi vida. Y sí, hubo momentos en los que el trabajo no era mi prioridad por mi salud mental, que había descuidado durante mucho tiempo. Pero eso no cambia el hecho de que Golden Boy construyó a Canelo Álvarez. Punto. La empresa bajo la cual luchaste siempre ha tenido un nombre y es el mío, así que tenele un poco de respeto, carajo”, le espetó a Álvarez.

Mientras el otrora Golden Boy exponía, el púgil tapatío lo interrumpía desde su ubicación. «No sientes lo que dices. Tienes que leer, cabrón. Tienen que escribirle lo que dice este pinche maricón. Tú no haces nada, pendejo”, le decía. Después de que el exboxeador estadounidense recordó que Canelo había dado positivo en dos controles antidoping en 2018, antes de su segundo enfrentamiento con el kazajo Gennadiy Golovkin, lo poco que quedaba de orden en el salón se fue al garete: Álvarez se levantó de su silla y encaró a su antagonista con espíritu belicoso. Tom Brown debió intervenir para separarlos y enviarlos a sus ubicaciones mientras los insultos iban y venían.

Después de las breves exposiciones de Freddie Roach, entrenador de Munguía; de Chepo y Eddy Reynoso, técnicos del campeón, y del aspirante, el estrado quedó a disposición de Álvarez, quien tomó carrera y se despachó a gusto. “A este imbécil, intento de gente que tengo aquí a mi izquierda (en referencia a De la Hoya), que no se le olvide que vine a Estados Unidos siendo ya el Canelo. Él solo lucró con mi nombre, nunca perdió un solo centavo, nada más ganó dinero”, disparó.

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“Lo único que hace este hombre es ser una lacra del boxeo, robarles a los boxeadores. El que esté con él, meta a sus abogados porque seguramente les está robando. Es lo único que viene a hacer al boxeo. Y ahora viene a robarle la atención a Jaime Munguía, no viene a promoverlo”, añadió el peleador nacido en San Agustín. Y cerró con un comentario sobre los gustos sexuales de su expromotor. Cuando volvió a su silla, complementó con algunas palabras incendiarias en un inglés no muy trabajado, pero lo suficientemente claro como para que el público angloparlante las comprendiera.

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