Fernando Rapallini, uno de los dos árbitros mundialistas en Qatar 2022, volvió a quedar en el ojo de la tormenta este lunes, en el inicio de la fecha 5 de la Copa de la Liga, con un penal por mano no cobrado en el quinto minuto de descuento del 0-0 entre Lanús y Sarmiento de Junín que hizo enfurecer a los jugadores del equipo local y que disparó una suspicaz declaración de Lautaro Acosta, quien aseguró que la situación hubiera sido diferente si Nicolás Russo, histórico hombre fuerte del Granate ahora volcado de lleno a la política, siguiera siendo presidente del club del Sur del Gran Buenos Aires.
“Me dio la sensación de que hace un gesto poco natural en busca de la pelota. No sabemos bien cuál es el criterio que se utiliza. Hace un montón vengo diciendo que unifiquen criterios. Realmente antes estas situaciones no le pasaban a Lanús. Con Nicola (por Russo) no pasaban estas cosas”, soltó el Laucha. Acosta, sin darse cuenta, dejó entrever dos situaciones anormales.
La primera es que sugiere que su equipo fue perjudicado adrede por Rapallini, algo en lo que coincidieron todos los jugadores del Granate, desde José Sand hasta Pedro de la Vega. La otra es que la presencia de Russo, que pretendía ser intendente de Lanús, pero fue derrotado en las PASO en la interna de Unidos por la Patria, hubiese condicionado al referí para que cobrara el penal que no sancionó. Ahora el club es conducido por Luis María Chebel.
Russo, otrora lugarteniente de Julio Grondona y con peso en la AFA de Chiqui Tapia, quedó inmortalizado con su frase «a llorar a la Iglesia, a llorar a la Iglesia… Desde cuándo River se queja de un partido con Lanús». Fue cuando su equipo, en los albores del VAR, eliminó a River en los cuartos de final de la Libertadores 2017 y Marcelo Gallardo se quejó por los curiosos fallos arbitrales del uruguayo Andrés Cunha (un penal en contra cobrado y otro a favor omitido) y la conducta de los que manejaban la tecnología. Las dos caras de la moneda…
¿Cómo fue la jugada de la plémica en la fresca noche en La Fortaleza? Se trató de una mano que pareció penal de Franco Paredes, defensor de Sarmiento, que dejó a Franco Orozco, delantero de Lanús, sin chances de recibir la pelota. El juez marcó rápidamente que había visto la mano y consideró que no fue infracción. Fue llamado por el VAR, manejado por Fernando Espinoza, para que revisara su decisión, pero Rapallini no se movió su posición. «Siga, siga», fue la determinación tras observar el monitor. Los jugadores del Granate, obviamente, se negaban a entender.
¿Qué explicó? «Tiene la mano en posición natural», sostuvo cuando los futbolistas del local lo cercaron una vez terminado el partido. En las repeticiones parece que Paredes, más allá del vistazo de Rapallini, mueve la mano y deja la posición natural para interrumpir el juego.
El árbitro fue a contramano de lo que había sucedido el pasado fin de semana con sus fallos en el clásico entre San Lorenzo y Racing. En esa ocasión, aceptó las sugerencias del VAR, a cargo de Héctor Paletta, que le obligó a revertir sus decisiones por un penal que no vio y que terminó cobrando de Gonzalo Piovi y otro que sí marcó y no fue de Malcom Braida y que la tecnología corrigió.
Rapallini, entre Piovi y Batalla, en el polémico San Lorenzo vs. Racing. Foto: Juano TesoneLos audios de estas dos intervenciones fueron difundidos este lunes por la AFA. También Rapallini había tenido que recibir ayuda para la expulsión del colombiano Rafael Pérez luego de un planchazo sobre Juan Ignacio Nardoni que no observó en el fragor del juego.
Qué dice el reglamento
«Con el fin de determinar con claridad las infracciones por mano, el límite superior del brazo coincide con el punto inferior de la axila», rezan las reglas inciso 1 de la regla 12 del fútbol en su última actualización cuando detalla qué tener en cuenta para cobrar una mano.
El texto redactado por la International Board especifica que «no todos los contactos del balón con la mano o el brazo constituyen infracción». Y detalla: «Cometerá infracción el jugador que toque el balón de manera voluntaria con la mano o el brazo, por ejemplo, haciendo un movimiento en dirección al balón con estas partes del cuerpo; toque el balón con la mano o el brazo cuando la mano o el brazo se posicionen de manera antinatural y consigan que el cuerpo ocupe más espacio».
El área que el reglamento del fútbol considera como mano. Foto: FIFA¿A qué se refiere cuando habla de ampliar espacio? «Se considerará que un jugador ha conseguido que su cuerpo ocupe más espacio de manera antinatural cuando la posición de su mano o brazo no sea consecuencia del movimiento de su cuerpo en esa acción concreta o no se pueda justificar por dicho movimiento. Al colocar su mano o brazo en dicha posición, el jugador se arriesga a que el balón golpee esa parte de su cuerpo y esto suponga una infracción».