Las calles cercanas al estadio Monumental colapsaron desde la mañana, con varias horas por delante de cara al partido con Ecuador, en el debut de la Selección en las Eliminatorias y apenas unos meses después de ser campeones del mundo.
Los hinchas siguen en la misma sintonía amorosa con Lionel Messi, que se agigantó con los resultados positivos y el acallamiento total de las minorías ruidosas que lo ponían en duda durante las etapas en que las medallas plateadas eran más que los trofeos levantados.
Es por eso que toda la zona del llamado barrio River se vistió con los colores del seleccionado y ya pasado el mediodía se le sumaron las vallas de la policía para generar los ingresos correspondientes.
Las camisetas que más se vieron fueron la de Messi en principio, seguida de Ángel Di María y Emiliano «Dibu» Martínez. En ese orden los hinchas llenaron las calles y los negocios de los alrededores.
«Es una locura estar acá. Me saqué las ganas, no me importó la plata que tuve que pagar para llevar a mi viejo de una vez por todas a verlo a Messi», aseguró Marcos Bulos, quien es rosarino como el astro, y se vino con el padre, Raúl, dos días antes para retirar presencialmente las dos plateas Belgrano media, a un precio de 89 mil pesos por persona.
«Los precios están fuera de órbita, el fútbol es una fiesta popular. Yo decidí gastarme el aguinaldo en esto, es un regalo para mi papá por todo lo que me dio en la vida. Ojalá los dirigentes piensen en la gente a futuro y pongan valores más accesibles y formas de retirarlas más prácticos. Nos tuvimos que venir con tiempo. Nosotros podemos pero es una medida excluyente y elitista», se quejó ante Télam.
Bulos tiene 39 años y no había vivenciado antes lo que era ser campeón del mundo, a pesar que Diego Maradona dejó a tanto inglés en el camino cuando él tenía poco más de cuatro. No lo recuerda. Por eso calificó como la máxima alegría que tuvo como hincha de fútbol lo que sucedió en Qatar y por eso determinó «hacer este esfuerzo» aunque no quiso aplicar en el AFA ID, el nuevo sistema para tener prioridad para sacar las entradas en las Eliminatorias.
«Soy de Newell’s, como el más grande y como Diego. Nosotros tuvimos a los dos mejores de la historia en nuestro club», chicaneó en relación a Central, el clásico.
En contrapunto, Candela Thompson, que trabaja de administrativa en Buenos Aires, comentó que no pudo elegir la ubicación porque el sistema de AFA ID le permitió «solamente entre Sívori alta y la Centenario baja».
«Pagué el AFA ID pero no me dejaba seleccionar a donde quise. Obviamente en este caso, que no mucha gente estaba asociada, no tuve problemas para conseguirla. El tema es que me daban un código para una sola entrada, a través de Deportick, y no me vendían hasta cuatro como a las personas que pudieron hacerlo directamente por el sitio. Eso me pareció un papelón», apuntó esta fanática, que sacó el código bronce a cambio de 24 mil pesos.
«La verdad es que no terminó siendo lo que pensaba pero será la primera vez que veré a Messi y me da mucha felicidad. Los otros precios del AFA ID eran excluyentes de algo popular como el fútbol. La contra de esto es que encima pude sacar una entrada», lamentó Candela, fanática de Boca.
El beneficio para quienes abonaron el plan plata (1.900.000 pesos argentinos) y oro (4.900.000) fue el de asegurarse una entrada y un ingreso exclusivo y veloz.
Messi es, sin dudas, la cara visible del proyecto de la Selección desde hace muchos años, cuando Julio Grondona se movió para asegurarlo en un amistoso sub-20 contra Paraguay, y creció con el tiempo hasta que Claudio Tapia lo elevó al máximo. Desde ahí, justamente la AFA construye su proyección internacional, que tuvo el salto de calidad con la conquista mundialista en Qatar.
De hecho, hasta Lionel Scaloni marcó posición sobre los precios de los tickets para ver a los campeones del mundo y dijo: «Tuve que comprar 9 entradas. Gasté como $900.000. Después te muestro el recibo. Yo no soy nadie para poner el precio, pero por mí que la gente vaya gratis ¿Qué puedo hacer? Nada».
Más allá de los altos valores, las entradas se agotaron y Argentina vivirá una fiesta multitudinaria en sus tribunas, con Messi y casi todos los campeones del mundo en la cancha, en una noche que puede ser una fiesta.
Los precios de la polémica
General: $19.000.
Menor a popular (hasta 10 años): $11.000.
Sívori y Centenario Media: $39.000.
San Martín y Belgrano Alta: $39.000.
San Martín y Belgrano Baja: $87.000.
San Martín y Belgrano Media: $89.000.
Menores a partir de 3 años abonaron platea.