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El primero que dijo que la Argentina tenía que dolarizar: Milton Friedman hace 50 años

Economía de No Ficción. En la política monetaria de EE.UU. no hay giros como sí hay en la política monetaria de Argentina, dijo el Nobel en Economía el 26 de junio de 1973. No deberían tener moneda propia.

“El principal motivo acerca de por qué es una ventaja vincular un país emergente a la moneda de una economía importante es que, históricamente, las políticas de los países en desarrollo han sido muy malas. La política de EE.UU. ha sido mala, pero las de los emergentes han sido mucho peores. No hay giros en la política monetaria estadounidense como sí se han producido en la política monetaria argentina. Entonces la razón por la que vincularse a una moneda importante sería una ventaja para Argentina es eso, precisamente, que les impediría seguir malas políticas monetarias internas. Tendrían menos ajuste, simplemente porque nuestra política demostrará ser más estable que la suya”.

Esto lo dijo Milton Friedman el 26 de junio de 1973. Friedman, maestro de la Escuela de Economía de Chicago, sería Premio Nobel tres años más tarde. Pero en 1973 era asesor del presidente de EE.UU., Richard Nixon, y había estado a favor de que el dólar como moneda empezara a flotar abandonando 25 años después el esquema de patrón oro firmado a la salida de la Segunda Guerra.

La frase de Friedman fue pronunciada en el Congreso de EE.UU. durante una presentación ante un comité. Curiosamente había un economista argentino, joven en aquella época, que trabajaba para el FMI y luego regresaría al país.

“En 1973 fui invitado por el Congreso de Estados Unidos para dar mi opinión sobre posibles sistemas cambiarios”, recuerda Ricardo Arriazu, consultado por el Económico. El economista era director del FMI en representación de Argentina, Bolivia, Uruguay, Chile y Paraguay. Tras salir del régimen de patrón oro y a través de un Comité de Economía Internacional, el Congreso solicitó asesoramiento a Friedman y Allan Meltzer, otro economista. Arriazu fue por el FMI.

“Dije que el sistema cambiario óptimo para cada pais dependía de sus características estructurales -contó Arriazu-; Friedman me interrumpió y señaló que él era partidario de la flotación para países grandes con políticas monetarias sanas; pero países como Argentina con pésima política monetaria, no deberían tener moneda propia”.

El intercambio entre Friedman y Arriazu fue recopilado justo un año atrás por Emilio Ocampo en un paper de la Universidad del CEMA y llamado Milton Friedman, ¿un temprano defensor de la dolarización?. La tesis de Ocampo es que Friedman durante años estuvo a favor de la flotación de monedas, pero no en países que sufren de inflación alta y crónica como Argentina.

Friedman, Ocampo, dolarización, inflación y CEMA, todos términos asociados estos días a una sola idea: el candidato a presidente en la Argentina en las elecciones de octubre, Javier Milei, el libertario que salió primero en las primarias, apoya una idea de dolarizar la economía diseñada por el propio Ocampo. Además, Milei tiene 5 perros (a los que se refirió como sus “hijitos” en la noche del discurso del triunfo de las PASO) y uno de ellos tiene el nombre de Milton, por Friedman. También los economistas que rodean al candidato son del CEMA, un think tank con sede en Buenos Aires (además de Ocampo, con Milei están Roque Fernández y Carlos Rodríguez, exministro de Economía y vice del gobierno de Menem).

“Antes de aquella reunión en el Congreso de EE.UU. -siguió recordando Arriazu-, yo era partidario de la flotación como todos los que habíamos estudiado en EE.UU. en esa época. Se defendía la flotación en el grupo Burgenstock que discutía temas cambiarios y estaban los mejores especialistas. Comencé a cambiar mis ideas en 1971 viendo la experiencias de varios países”.

Arriazu siguió trabajando en temas de monedas, crédito y tipo de cambio. En 1976, luego de pasar por el FMI y regresar al país, ingresó al BCRA donde trabajó durante el gobierno militar.

“Sigo pensando que hay tres sistemas básicos cambiarios y que el mejor para cada pais depende de las características de ese país”. Arriazu fue un crítico de la flotación del gobierno de Mauricio Macri a la salida del cepo en 2015.La dolarización es un caso extremo. Soy partidario de la dolarización ‘bien hecha’ desde los 80 y creo que la gran oportunidad fue en los 90. En estos momentos no tengo claro que se pueda aplicar. Pero la propuesta de Ocampo es sofisticada”.

– “¿Qué pasa si hay dolarización y toca sequía?”

– “Es la pregunta más frecuente y errada”, respondió Arriazu. “Se cree que al tener moneda se puede devaluar y aliviar el problema, pero la devaluación subiría otros precios. Dolarizados, el impacto externo se alivia por baja de importaciones. La mejor solución son fondos anticíclicos”.

“Hay cuatro clases de países: desarrollados, en vías de desarrollo, Japón, y la Argentina, dijo Simon Kuznets, Premio Nobel de Economía en 1971. Dos años más tarde Friedman precisó esa anomalía señalando la política monetaria de la Argentina. Esta semana Milei hizo una nueva clasificación que sería algo así como una versión monetarista de Kuznets (que era de Harvard y keynesiano). “Los Bancos Centrales se dividen en 4 categorías: los malos, como la Reserva Federal, los muy malos, como los de América Latina, los terriblemente malos y el Banco Central de Argentina.

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