Juegan desde las 9.30 (ESPN). El noruego es el último obstáculo para que el serbio se convierta en el máximo ganador de majors y ¿el mejor de la historia?
El noruego Casper Ruud, cuarto jugador del ranking mundial sin hacer demasiado ruido, es el último obstáculo para que Novak Djokovic (3º) desempate con Rafael Nadal y alcance el extraterrestre récord de 23 títulos de Grand Slam, el domingo en la final de Roland Garros. Se juega desde las 9.30 de la Argentina con TV en directo por ESPN.
Tras dos décadas de carrera profesional y una legendaria pulseada con el retirado Roger Federer (20 grandes) y el ausente Rafael Nadal, el serbio podría dar el golpe casi definitivo.Su última barrera la pone el tenis consistente y sin fisuras de Ruud, ya finalista el año pasado ante Nadal, que ganó su 14ª Copa de los Mosqueteros en tres sets, incluido un rosco (ganar sin ceder games) en el último capítulo. Como bonus track, Nole recuperará el número uno del mundo.
«El año pasado fue Rafa, este año es Novak, los dos mejores… No seré el favorito pero lo haré lo mejor que pueda», señaló con su prudencia habitual el tenista de 24 años tras dar un repaso en ‘semis’ a Alexander Zverev (27º).El alemán ofreció un interesante análisis de la final: «¿Es Novak el favorito? Sí, claro. ¿Tiene opciones Casper? Sí. Novak es uno de los mejores, seguro, pero cuando estás en el umbral de la historia creo que tienes un poco más de presión».
«¿Recuerdan la final del US Open contra Medvedev? La presión está ahí, todos somos humanos, Novak es humano», añadió Zverev sobre el duelo perdido en tres sets por el serbio en la final del ‘grande’ estadounidense de 2021, quedándose a un partido de completar el primer Grand Slam en un año -ganar los cuatro grandes- desde 1969.
Precisamente la presión, la que sintió Carlos Alcaraz (1º), fue la que ayudó a Djokovic a avanzar a la final. En el partido subrayado por todo el mundo el fenómeno español pagó la factura de tener enfrente a una leyenda.Tras repartirse los dos primeros sets, el nuevo chico de oro del tenis mundial colapsó físicamente y sintió calambres por todo el cuerpo. No compitió en los dos capítulos siguientes y entregó el partido.
«Si alguien te dice que es lo mismo tener a Djokovic al otro lado de la red que a otro cualquiera, miente. Los nervios y la exigencia física a la que Nole me llevó en los dos primeros sets provocó todo», dijo Alcaraz, un buen aviso para Ruud.
El noruego alcanza el último partido en un Grand Slam por tercera vez. Además de Roland Garros, el año pasado perdió el US Open frente al propio Alcaraz.
Enfrente tendrá un monumento del deporte. A los 36 años Djokovic -387 semanas como número 1 mundial, que recuperará si gana- jugará su 34ª final de Grand Slam de los 70 que ha disputado.En Roland Garros será la séptima. Ganó las ediciones de 2016 y 2021.
En el presente torneo no mostró su mejor versión en las rondas precedentes, pero ante Alcaraz dio un paso adelante, sometiendo al aspirante a tal presión que acabó por reventar físicamente.
Ahora Nole se enfrenta a un tenista sin el glamour de Carlitos, al que además le ha ganado los cuatro partidos que han disputado sin ceder un set.«La experiencia puede ayudar a controlar tus emociones o tus gastos energéticos, pero no te va a hacer ganar un partido. Y la historia es algo que siempre planea sobre mí», resumió el serbio.
Un 23º Grand Slam conlleva el título de mejor tenista de la historia, al menos hasta que Nadal diga su última palabra. Ruud, formado en la academia del español en Mallorca, intentará de paso hacer un favor a su referente y defender con éxito el empate a 22.
Fuente: AFP