El legendario delantero sueco anunció que su carrera terminó luego del 3-1 de su equipo sobre Hellas Verona.
04/06/2023 18:34
Clarín.com Deportes Actualizado al 04/06/2023 19:53
«Llegó el momento de decirle chau al fútbol». Esas ocho palabras marcaron el final de la carrera del legendario futbolista sueco Zlatan Ibrahimovic, que decidió anunciar que colgará los botines a los 41 años luego de la emotiva despedida que le hizo su último club, AC Milan, tras la victoria por 3-1 sobre Hellas Verona, en el estadio de San Siro, por la última fecha de la Serie A del Calcio.
Quería seguir jugando un rato más, el crack nacido Malmö, Suecia. Sin embargo, la decisión que comunicó el MIlan el último sábado pareció precipitar su decisión. El Rossonero comunicó que no lo tendría en cuenta, pero aún estaba la chance del Monza que lo pretendía para la próxima temporada. Sin embargo, el crack sueco decidió bajar la persiana y dar por finalizada su extensa y exitosa carrera.
San Siro fue el escenario del último partido de Zlatan en el cierre de la Serie A entre Milan y Hellas Verona.
No fue casualidad. El estadio se llenó con 70 mil hinchas para saludar al hombre que regresó en enero del 2020 para agrandar su leyenda. Zlatan se despide tras 93 goles en 163 partidos. Y cumplió ganando un Scudetto en 2022.
Desde el primer minuto hubo homenajes para el sueco. Los hinchas desplegaron un mosaico gigante que generó las lágrimas y el agradecimiento de Zlatan, quien les devolvió un corazón con los dedos.
Luego de haber ganado un Scudetto y una Supercopa en su primera etapa, fue protagonista del renacimiento milanista que llevó al título del año pasado. Sin embargo, sus lesiones le privaron de jugar esta temporada.
Esta temporada, jugó solo 144 minutos en cuatro partidos, y eso no impidió que se convirtiera en el goleador de mayor edad en la historia de la Serie A con un gol ante el Udinese en marzo.
Zlatan debutó en el fútbol en el Malmo, el club de su ciudad. De allí saltó al Ajax donde ganó dos Eredivisie, una Copa y una Supercopa de los Países Bajos. En 2004 lo compró la Juventus donde ganó los famosos scudettos (2004-2005 y «005-2006) que más tarde serían anulados por fraude y provocaron el descenso del equipo de Turín. Fue entonces que decidió emigrar y se mudó a Milán pero para jugar en el Inter.
También coronó en el Neroazzurro, una Serie A y una Supercopa de Italia. Fue elegido el mejor jugador del campeonato y se fue al Barcelona. Firmó el 27 de julio de 2009 y el culé pagó casi 70 millones de euros por el sueco. Llegó a un equipo campeón de Europa y ganó la Supercopa de España (un título de un partido), una Supercopa de España frente al Shaktar Donetsk y el Mundial de Clubes, aquella final que, con Messi en cancha, le ganaron al Estudiantes de Alejandro Sabella.
Los flashes de aquel Barsa eran para Messi y Zlatan no se llevaba bien con Guardiola, por eso en agosto de 2010 se fue al Milan que hizo un buen negocio: pagó 24 millones y se quedó con su ficha. También fue campeón, verdugo de su anterior club en MIlan (un gol suyo cortó una racha de partidos invictos del neroazzurro) y hasta se dio el gusto de sacar al Barcelona en cuartos de final de UEFA Europa Ligue.
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