“Tuve el privilegio de haber heredado lo mejor de grandes jugadores”
9 DE Marzo 2021 – 11:42 Uno de los principales delanteros de la historia del cuervo cuenta sus años de gloria y apuesta a que se forme un equipo que salgan del semillero. Otro gran pilar de las épocas doradas del cuervo. Con un apodo que resume su fuerza y perseverancia para lograr grandes objetivos,…

9 DE Marzo 2021 – 11:42
Uno de los principales delanteros de la historia del cuervo cuenta sus años de gloria y apuesta a que se forme un equipo que salgan del semillero.
Otro gran pilar de las épocas doradas del cuervo. Con un apodo que resume su fuerza y perseverancia para lograr grandes objetivos, Luis Marinoff se abrió pasó desde muy joven en un equipo de pesos pesados. Un debut con 11 goles en un triunfo 16 a 0 habla por sí solo.
¿Qué es Central para vos?
Yo soy cuervo desde la cuna Me he criado en Central Norte, hice las inferiores y tuve el privilegio de haber heredado lo mejor de grandes jugadores como Costello, Ramón Cardoso, los mellis, el negro “Rolo” Castillo, los Cortés, Confesor. Siempre fui una agradecido de ellos.
¿Y cómo vivías ese momento?
Vos entrabas al vestuario, te daban la ropa y calladito la boca. Te decían ‘vos nene parate allá, pegale así, no tengas miedo, hacé lo que tenés que hacer y no preguntés nada’. Y fue lo que también predije. Un jugador de fútbol puede jugar bien o mal, según día que estés pasando, pero nunca no podés no correr y matarte por la camiseta de Central.
¿Qué ganancia dejaba?
Los beneficios que teníamos era que la gente te conozca o el club te consiga un laburo, pero de plata no se hablaba. Lo que yo reniego hoy en día que hay, como en el caso de Boca, jugadores sin actitud en la cancha. No tendrían que estar jugando. Cómo mi viejo no me hizo nacer en esta época.
¿Qué opinás del semillero?
Por suerte y experiencia soy un apasionado de que le den lugar a los chicos jóvenes. Me acuerdo que Marcial Acosta iba a ver las inferiores y elegía los jugadores. Jugábamos en cancha abierta y nos veía todo el que quería.
¿Cuál era tu mejor lugar?
Como paradoja, yo jugaba de 9 en inferiores y el “Tano” Riggio de 10. Después yo terminé como marcador de punta y el tano de 6. En Central, en partidos oficiales y por los puntos jugué en todos los puestos, menos arquero. Recuerdo que yo tenía un ídolo de 9 que era el “Fantasma” Savino. Cuando tenía 12 años un día mientras ellos entrenaban me acerqué y le dije que algún día iba a ser como él y me contestó: “Tenés que entrenar mucho y esforzarte”. Cuando debuté a los 16 tuve el privilegio que se me acercara y se acordase de esas palabras. Fue un orgullo. Lo lindo es que en realidad después también fuimos más que un equipo para convertirnos en una gran familia.
¿Vos tenías varios apodos?
Sí (reconoce entre risas). Lo que pasa es que yo nací en la ciudad chaqueña de Roque Sáenz Peña y llegué a Salta a los 6 años. Primero, por la tonada que yo tenía, me decían “Paraguayo”, después “Chaqueño” y finalmente “Culo”, como me conocen casi todos en el club.
¿Lo mejor que viviste?
Lo mejor es toda la gente que conocí, mis compañeros, la segunda mitad de los 70. Amigos… grandes amigos. Son los que me inculcaron y me hicieron un jugador con temperamento y agallas.
¿Lo peor?
Mis años de juventud que perdí junto a otros amigos de estudio porque debía concentrar y jugar, pero gracias Dios, el balance es ahora muy positivo.
Consejo a los chicos…
Yo a los chicos le decía que ellos tienen que ser perseverantes, entrenar y estar bien físicamente, porque el día que te daban una camiseta tenían que demostralro y no la tenías que largar más. Siempre les cuento que yo tenía 12 años e iba a Central cuando jugaba en la sexta y los domingos me levantaba a las 7 para estar jugando a las 8. Me daban la camiseta número 16. Los changos eran más grande. Un día jugábamos con Correo y el número 9 no pudo jugar y me la dan a mí y entro a mi primer partido. Era tanta la euforia de mi primer partido en esa categoría que en el primer tiempo metimos 16 goles, 11 de los cuales fueron míos. A partir de allí nunca más me sacaron del equipo.
¿El mensaje por el centenario?
En este centenario, los hinchas y los que quieren verlo crecer al club, deberían dejar de pelearse y seguir a una dirigencia que busca crecer día a día después del golpe que nos dejó la pandemia y desearía que haya un equipo con la mitad de los chicos del club y los que vengan de afuera, aporten experiencia y enseñanzas.