Luciana Jury canta por el CAFF y regala su “Abrazo” musical
Luciana Jury, una de las voces prominentes de la canción popular, animará otra velada de un ciclo a beneficio del CAFF y mientras aguarda por presentar su flamante cuarto álbum “Abrazo”, que publicó durante la cuarentena, se pregunta “qué estamos cuidando y qué estamos descuidando”. “Está todo bien con la medida del aislamiento y ojalá…

Luciana Jury, una de las voces prominentes de la canción popular, animará otra velada de un ciclo a beneficio del CAFF y mientras aguarda por presentar su flamante cuarto álbum “Abrazo”, que publicó durante la cuarentena, se pregunta “qué estamos cuidando y qué estamos descuidando”.
“Está todo bien con la medida del aislamiento y ojalá dé los mejores resultados, pero si la propuesta es generar una sociedad donde el salir sea una amenaza, yo siento que estamos fritos”, reflexiona Jury durante una entrevista con Télam.
A través del teléfono y desde la casa en Tortuguitas que habita con su compañera, en días de crianza con su hija y con cuatro perros, la cantante apunta que “cuando nos dicen ‘quedate en casa’ hay que pensar en la realidad del país y qué casas son, de qué estrato social”.
Está todo bien con la medida del aislamiento y ojalá dé los mejores resultados, pero si la propuesta es generar una sociedad donde el salir sea una amenaza, yo siento que estamos fritos”
Para barnizar esas angustias y, fundamentalmente colaborar con la cooperativa de trabajo que sostiene el Club Atlético Fernández Fierro (CAFF), Luciana cantará a las 22 en la cuarta velada del ciclo por streaming “Para no volvernos tan locxs” (cuya continuidad estará a cargo de Yacaré Manso el 12 y Pablo Grinjot el 14).
Jury es dueña de una personal impronta que puede apreciarse en sus discos “Canciones brotadas de mi raíz” (2011), “En desmesura” (2013) y “La madrugada” (2015) y también en las placas que compartió con el guitarrista Carlos Moscardini (“Maldita huella”, de 2008) y con el cantautor Gabo Ferro (“El veneno de los milagros”, de 2014).
En esa búsqueda inquieta y propia, advierte que “Abrazo” “es producto de un trabajo casi en solitario”: “Un resumen de casi cuatro años donde por una situación política y económica salí a tocar sola por distintos puntos del país y en esa soledad necesité abrazarme a la música latinoamericana”.
La austeridad del concepto no dio como resultado un cancionero minimalista sino que en compañía del violinista Javier Casalla (Bajofondo), que concretó su primera experiencia como productor musical, se aprecia un “Abrazo” intenso.
En el registro hay tres cuecas (“La caraqueña”, “Mi Juana” y “Si cruzas por mi camino”), tres piezas firmadas por Chango Rodríguez (el taquirari “Noches de carnaval”, la chaya “La flor del jazmín” y la chacarera “Una luna y un ranchito”) y dos joropos (“El gavilán” y “Señora Mónica Pérez”), entre su docena de piezas.
Télam: ¿Cómo nace la necesidad de un repertorio así?
Luciana Jury: Son canciones antiguas que vengo escuchando desde toda mi vida y que me permitieron abrazar la idea de la patria grande. Este disco se fue construyendo entrado el macrismo en nuestra historia y con el transcurrir de esos momentos fui necesitando refugiarme en la música latinoamericana. Pero ese es el resultado de una reflexión que se da después porque voy viviendo la vida y ella me dicta qué canciones hacer.
T: ¿Y la figura del “Abrazo”?
LJ: El abrazo es el gesto que nos vino sosteniendo en las luchas y en las resistencias todos estos años y que junto con el colectivo feminista fue la respuesta de una sociedad que no está de acuerdo con ciertas cosas y se encuentra en las calles con el otro. Parece súper simbólico cómo llegamos hasta acá y cómo ahora esta pandemia nos quita ese gesto.
T: ¿De qué manera aparece Casalla en el proyecto?
LJ: Cuando tenía intención del disco me reuní con Javier, compañero de Barbarita Palacios y un artista de enorme sensibilidad que, si bien tiene aquí su primera experiencia como productor, ha tocado con todas las bandas de rock del país y trabajó mucho los discos de Barbarita. Yo le propuse que me ayude a hacer un disco bien acústico, con todas las bases hechas por mí y parido desde mi soledad, y estoy contenta y orgullosa de que él haya sido la otra pata importante de este disco.
T: ¿Cómo te llevás con tu voz?
LJ: Mi voz es el reflejo del tiempo transcurrido y de las cosas que me han pasado personalmente, es resultado de una época y de un crecimiento. Me parece que mi intención siempre ha sido correrme del canon de las estéticas de lo que es cantar bien, poder detenerme en los silencios, en los susurros y por eso mis referentes también son Liliana Herrero, Chavela Vargas y Concha Buika.